MADRID.- El DT José Pekerman admitió que Lionel Messi "puede estar algo frustrado", pero advirtió que "es un chico y hay que llevarlo con calma", al justificar su decisión de no hacerlo jugar siquiera un minuto en el debut de Argentina, una decisión que también suscitó polémicas en España.
"Nosotros no debemos ir a la velocidad que la gente o la prensa pretende porque, si algo sale mal, el único perjudicado será el ‘pibe’. Y Messi es eso, sólo un ‘pibe’", contó Pekerman, en declaraciones publicadas hoy por el diario El País.
"Hoy puede estar algo frustrado, pero mañana se le va a pasar. Está en un grupo que lo quiere y lo acepta. Todavía tiene Mundial para jugar", añadió Pekerman, entrevistado cuando el domingo viajó desde Hamburgo a Nuremberg en tren, tras la victoria 2-1 ante Costa de Marfil.
Messi fue saludado hoy en Herzogenaurach por Diego Maradona, quien almorzó con la selección argentina y que hace unos meses había señalado al juvenil crack de Barcelona como su sucesor.
Algunos informes resaltaron que el fastidio de Messi por no jugar ante Costa de Marfil se hizo evidente cuando apenas terminado el partido todos los suplentes fueron a saludar a sus compañeros por la victoria y él, en cambio, se fue directo al vestuario.
La decisión de Pekerman de señalar a Riquelme como conductor del equipo y de ubicar en ataque a Javier Saviola y Hernán Crespo, autores de los goles ante Costa de Marfil, permiten anticipar que Messi no será titular tampoco el viernes ante Serbia y Montenegro.
Messi, quien se recuperó poco antes del Mundial, tras más de tres meses de inactividad por lesión, fue reclamado sin embargo por buena parte de la prensa argentina, como reiteró hoy en el diario Clarín Horacio Pagani, una de las firmas más autorizadas en el periodismo deportivo de ese país.
"La presencia de Lionel Messi en el equipo titular se parece a una necesidad... Si Argentina cuenta con Messi en el plantel y también con Carlos Tevez en su esplendor, parece una picardía que no aparezcan durante el partido", dijo Pagani.
Messi, hábil y veloz, con un juego más vertical que el de Riquelme, el conductor más cerebral del equipo argentino, es reclamado también en Buenos Aires por numerosos aficionados, que además ven su rostro en casi todos los comerciales de la TV, pero no dentro del campo.
