WESTERBURG.- Con el triunfo en el debut mundialista en las espaldas, pero atribulada por las lesiones en la ofensiva, la selección de la República Checa saldrá mañana a buscar una victoria ante Ghana en Colonia por el Grupo E que le asegure de forma anticipada el pase a octavos de final del Mundial de Alemania 2006.
El entrenador Karel Brueckner no podrá contar en el ataque con Milan Baros, que sigue resentido de una lesión del tendón de Aquiles, ni con el "gigante" Jan Koller, que se desgarró el muslo en el cotejo contra Estados Unidos, por lo que apelará al inexperto Vratislav Lokvenc.
El jugador del Salzburgo de Austria jugará los 90 minutos por primera vez desde que se repuso de una rotura de ligamento. "Estoy recuperado tras una larga pausa y me alegra cada minuto que puedo jugar", dijo el delantero, que en las últimas semanas tuvo un total de ocho cortas apariciones en el club y la selección.
"Naturalmente que nos faltan dos jugadores importantes. Pero no tiene caso lamentarse", declaró el técnico.
Las bajas de Koller y Baros, autores de 14 goles durante la clasificación, empañaron la alegría del triunfo de 3-0 sobre Estados Unidos. Con tanta lesión, los checos sondearon ante la FIFA la posibilidad de convocar a otro jugador, pero la entidad les recordó que se habían vencido los plazos.
No se descarta que los dos atacantes lesionados abandonen la concentración, especialemente Baros, que sigue aquejado de dolores en el talón. El lunes será sometido a un examen y recién entonces se decidirá la suerte del jugador del Aston Villa.
Tampoco es tan seguro el retorno de Koller al campo. El cuerpo médico estima poco probable su recuperación para octavos de final.
Un triunfo contra Ghana serviría de consuelo a los checos y les allanaría el camino hacia octavos de final antes del duelo final de la fase de grupo contra Italia. Aún así y en vista de la enfermería en que se ha convertido su ataque, los checos tienen más respeto por los africanos.
"No será fácil contra Ghana sin Milan y Jan", reconoció el armador Pavel Nedved.
Los checos se aprestan a enfrentar un contraataque duro de parte de los africanos, obligados a ganar tras la caída ante Italia por 2-0.
"Daremos nuestra vida por nuestro país. Hay equipos que han perdido su primer partido y alcanzado los cuartos de final", proclamó el capitán de Ghana, Stephen Appiah, del Fenerbahce Estambul.
El entrenador Ratomir Dujkovic también está confiado, pero sabe que el segundo equipo del ránking mundial es un rival de temer: "Los fuertes del once checo son el arquero, los cuatro defensores, los cuatro mediocampistas y los dos delanteros", bromeó el seleccionador. Parece que no se interiorizó de la táctica de su par Bruecker, cuyo equipo salió en el primer partido con una sola punta.
