HAMELIN.- El racismo arribó al Mundial de Alemania, con epicentro en la selección de Francia, cuyo plantel rechazó categóricamente las expresiones del político de ultraderecha Jean Marie Le Pen y denunció ataques de aficionados españoles.
Le Pen "tendría que parar" de criticar a la selección porque todos sus jugadores están "orgullosos de vestir los colores de Francia", afirmó el DT Raymond Domenech, de padres españoles, al responder a cuestionamientos porque pocos de sus jugadores cantan el himno nacional.
Le Pen "tendría que echar una mirada a los otros equipos. Probablemente, somos uno de los que tiene más jugadores que cantan el himno. Tendría que parar de decir esas cosas. Los españoles no cantan, los argentinos no cantan", añadió, aunque el himno de estos últimos es una edición abreviada y sólo instrumental.
"¿Que no cantamos el himno? Somos uno de los equipos que más cantamos el himno, aunque no por cantarlo o no se siete uno francés o no. Reducir el problema a eso es estúpido", expresó a su vez el defensor Liliam Thuram, conocido por sus firmes posturas antirracistas.
Sobre el "exceso de jugadores negros" que Le Pen ve en el equipo, Thuram recordó que hay jugadores rubios, negros y morenos, "pero lo que me sorprende", añadió, "es que hace ya bastantes años que esta persona se presenta a las elecciones presidenciales sin conocer la historia de Francia".
Para Thuram, "en Francia la gente apoya a los jugadores franceses sin plantearse sin son negros, porque son franceses. Invito al señor Le Pen a que venga para felicitar al equipo de Francia, para celebrar la próxima victoria".
"Si alguien le ve, que le diga que el equipo de Francia está muy orgulloso de ser francés, y si tiene algún problema con el hecho de que seamos franceses, nosotros no. ¡Viva Francia, pero no la Francia que él quiere!", concluyó.
El líder del ultraderechista del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, considera que los franceses no se sienten "completamente representados" por su selección nacional de fútbol porque "quizás" el seleccionador "ha exagerado la proporción de jugadores de color".
Le Pen, que ya había criticado a la selección multirracial de Francia en el Mundial de 1998, expresó ahora su consternación porque el arquero Fabien Barthez y Zinedine Zidane no cantan La Marsellesa y a éste último lo describió como "un francés que juega en España".
El caso del racismo, que justamente la FIFA tratará el sábado, con una jornada especial en pleno Mundial alemán, registró otro episodio luego de que Domenech denunció que sus jugadores sufrieron ataques de aficionados españoles cuando arribaron al partido contra la selección ibérica, por octavos de final.
"Cuando llegó el autobús al estadio (de Hannover) escuchamos aficionados imitando a los monos... Me dí vuelta, ni siquiera les dí la satisfacción de mirarlos", contó Domenech, cuyos jugadores contaron que los silbidos de aficionados españoles durante la entonación de La Marsellesa no hicieron más que motivarlos.
Ese partido fue rodeado de una polémica previa, porque el DT español Luis Aragonés, tiempo atrás, alentó a su jugador José Antonio Reyes describiendo al atacante francés Thierry Henry como un "negro de mierda".
La Federación Francesa no decidió aún si protestará oficialmente ante la FIFA por el episodio.
