HAMELN.- El zaguero Liliam Thuram, uno de los históricos que sueña repetir con Francia en Alemania la Copa del Mundo lograda en 1998 como local, aseguró hoy que el plantel tiene "el mismo espíritu que hace ocho años".
"Tuvimos una noche mágica frente a Brasil (1-0) y ahora queremos ir por más, pero con humildad", agregó Thuram, que como Zinedine Zidane formó parte de aquella selección que logró un título mundial inédito y a la que regresó después de renunciar.
Ambos, al igual que el volante Claude Makelele, habían dado marcha atrás con aquella decisión, convencidos por el técnico Raymond Domenech de ayudar a Francia a lograr un boleto que parecía inalcanzable entonces en las eliminatorias europeas.
Tras un comienzo difícil en Alemania, al punto que costó más de lo esperado la clasificación a octavos de final "Francia creció partido tras partido y recuperó la mística. Ahora somos un rival temible", aseguró Thuram.
"Lo más importante es que resulta difícil para nuestros rivales convertirnos goles y eso nos da una tranquilidad extra para buscar el arco rival", agregó el zaguero, aunque destacó que "lo peor que podemos hacer ahora es perder la humildad".
"Por eso tratamos de no hacernos ecos de los elogios tras el triunfo con Brasil, después del cual ahora todos nos dan como candidatos a avanzar a la final", completó.
La mejoría de Francia en este Mundial quedó reflejada hoy en la cantidad de medios internacionales presentes en su concentración, con 45 canales de televisión siguiendo paso a paso los entrenamientos del combinado galo.
Thuram dijo que le resulta difícil hacerse a la idea de que Zidane vaya a abandonar el fútbol "después de la cátedra que dio ante Brasil" y confesó que el sueño de "Zizou" es colgar los botines triunfante.
El juvenil delantero Frank Ribery, sin dudas una de las revelaciones de esta Copa del Mundo, aseguró que el secreto de Francia "es jugar para divertirse, porque los verdaderos problemas en la vida pasan por otro lado".
"Obviamente es más fácil jugar con compañeros con semejante talento, pero en este plantel lo que prevalece es el espíritu de grupo y esa es una de las claves", agregó Ribery, quien consideró "un privilegio" jugar junto a Zidane.
"Yo tenía apenas 15 años cuando Francia ganó su primera Copa del Mundo. Ahora quiero ser parte de esa historia y del entusiasmo que se vive por estos días en mi país aunque nunca pensé que podría llegar a ser campeón del mundo", finalizó.
