BERLÍN.- Mide sus palabras con inusual cuidado, y al final encuentra la fórmula que más le satisface para dejar a todos contentos. "Este es el mejor Mundial que jamás viví", afirma el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que sin embargo echa de menos un futbolista emblemático que sobresalga sobre las demás.
"Todavía esperamos a una estrella", aseguró hoy el suizo en una entrevista con la agencia dpa en la que se quejó sobre todo de la tiranía de la táctica en la mayoría de los equipos.
"Futbolísticamente este Mundial no es extraordinario, las estrellas ya no tienen espacio para jugar. Se vio cómo Ronaldinho no encontró la manera de mostrar su clase, y entonces sale un buen vino francés como Zidane, que mejora con la edad junto a sus compañeros Vieira y Henry", aseguró.
De entre los más jóvenes, el único que para Blatter brilló, aunque fuera con cuentagotas, fue el portugués Cristiano Ronaldo. "Es burbujeante, y tiene las hechuras para ser una gran estrella. Pero Messi ni siquiera fue alineado y Rooney se puso él mismo en fuera de juego", afirmó.
Con una media hasta ahora 2,29 goles, la más baja desde los 2,21 de Italia 90, el Alemania 2006 echa en falta los goles, pero Blatter es esta vez más prudente que en otras ocasiones sobre posibles cambios en el reglamento.
"El fútbol no está tan mal, aunque hay muy pocos goles, que son la esencia. El juego debería seguir como está, aunque hay que ver qué dicen los especialistas", sentenció el dirigente, que descartó en principio sugerencias como reducir a diez el número de jugadores o agrandar las porterías.
Pero las dudas sólo surgen dentro del campo, porque fuera de él Blatter no cabe en sí de gozo: Alemania 2006 es un enorme éxito popular, organizativo y económico. "Es el mejor Mundial que jamás viví".
"Es el mejor porque proyectó la imagen completa y la fuerza integradora del fútbol, que fue tomada y aplaudida por todo el mundo. Por eso debo una gran loa a Alemania, al pueblo alemán y a los dos gobiernos", aseguró recordando que el proyecto se puso en marcha con Gerhard Schroeder como canciller alemán y concluirá el domingo con Angela Merkel.
Lo que más impresionó a Blatter fue cómo los alemanes llenaron las calles para disfrutar del torneo. "En Francia la fiesta se centró en París, en 2002 en Seúl, en Italia en Milán primero y después en Roma, pero aquí fue en todas las ciudades y pueblos".
Pasando de puntillas por los conflictos con la venta de entradas, la conclusión para Blatter es que Alemania "puso el listón muy alto" para futuros anfitriones, aunque incluso el presidente de la FIFA reconoce que en algunos aspectos se llegó demasiado lejos.
Blatter confirmó el giro en la política de los patrocinadores oficiales de la FIFA, que en vez de quince serán seis. "La FIFA no debería querer acaparar todo lo que está en el mercado con su súpertorneo, el Mundial. No se debe maximizar, sino optimizar", afirmó. Ello no implicará necesariamente ganar menos dinero, pero sí probablemente menos compromisos con los que ponen el dinero.
Esperando el año que viene su reelección, Blatter ya prepara el futuro y de él podría formar parte el alemán Franz Beckenbauer, ubicuo presidente del comité organizador de Alemania 2006. "Tenerlo en la FIFA sería un triunfo, porque necesitamos futbolistas. Demostró cómo se puede dirigir y motivar de una manera poco clásica pero excelente un comité organizador".
Beckenbauer es visto en los círculos futbolísticos como un futuro presidente de FIFA, y el propio Blatter, matizando lo que declaró recientemente al diario Tagesspiegel, coincide: "Por su capacidad puede presidir la UEFA o la FIFA. Dije que no podía ahora mismo por sus numerosos contratos (publicitarios)".
