París 1924

  • Duración: 4 de mayo al 27 de julio de 1924
  • Deportes: 17
  • Participantes: 44 países, 3.089 atletas
  • Ganador: Estados Unidos (45-27-27)

La mala imagen que dejaron los Juegos Olímpicos de 1900, siempre dejó intranquilo al conde Pierre de Coubertin, que con gran esmero logró que la capital francesa volviera a ser sede 24 años después, pese a que Amsterdam aparecía como primer candidato.

La respuesta no pudo ser mejor, ya que prácticamente se duplicó el número de países participantes, y la cantidad de atletas por primera vez superó la barrera de los tres mil. Tan masivo fue el evento, que por primera vez se hizo necesaria la construcción de una Villa Olímpica, o al menos un antecedente directo de ella.

El retorno a París fue, tal como lo señalaba el lema olímpico recién instaurado, "Citius, Altius, Fortius" (más rápido, más alto, más fuerte), escrito por Henri Didon en 1895. Nada comparable con el encuentro de 1900.
La cita parisina quedará en el recuerdo como la competencia donde el finlandés Paavo Nurmi se llevó todos los aplausos y cinco medallas de oro en pruebas atléticas de resistencia. Incluso salió airoso en dos eventos, 1.500 y 5.000 metros, compitiendo en uno apenas una hora después del otro. Su compatriota Ville Ritola lo siguió de cerca, con cuatro medallas de oro y dos plateadas.

El nadador Johnny Weissmuller logró renombre mundial al conseguir tres medallas de oro en la piscina olímpica, aunque su mayor éxito llegaría años después, al
protagonizar doce películas de "Tarzán" en la pantalla grande.

Las hazañas de la estadounidense Gertrude Ederle también quedaron marcadas en el recuerdo del público galo. Cinco años después de convertirse en la persona más joven en marcar un récord mundial (tenía 12 años), Ederle ganó medalla de oro en el relevo de la natación.

Las barreras raciales fueron rotas por el atleta estadounidense William DeHart Hubbard, el primer deportista negro en ganar una medalla de oro en una prueba individual. Nadie pudo superarlo en el salto largo.

Pero también hubo gloria reservada para Chile, que por primera vez consiguió una medalla olímpica. Manuel Plaza, un suplementero de San Bernardo, ocupó el segundo lugar en la maratón, llegando apenas 26 segundos después del argelino -representando a Francia- Boughera El Ouafi.