Historia de amor
El ave Fénix
Muchos pensaron que con un romance frustrado y ya 28 años cumplidos, el tenista se retiraría de las canchas, pero con la fortaleza y empuje que siempre lo ha caracterizado, se encerró en su mansión de Las Vegas con su entrenador Gil Reyes hasta que logró su retorno en gloria y majestad.
Recuperó su estado físico y empezó a jugar en cuanto torneo tuvo oportunidad para sumar puntos. A las pocas semanas estaba dentro de los 100 primeros y, tan sólo siete meses más tarde, recobró su lugar entre los top 10, después de ganar cinco torneos consecutivos.
En 1988 ganó 68 partidos y perdió 18, cerró la temporada como 6 del mundo, convirtiéndose en el tenista que ha tenido el mayor repunte en su historia deportiva y demostrando su tesón y empuje.
Debió hacer frente a otro desafío en 1999; año en que la competencia se daba entre jóvenes de 18 a 24 años, bastante menores que él. No obstante, no se amilanó y se impuso en la cancha con una garra y una fuerza que dejaba atónito a todo el mundo. Ganó tres de los cuatro Slam de ese año: Wimbledon, Roland Garros y el US Open. Ni Pete Sampras, el número 1 del mundo, pudo con él.
Pero no sólo fue un gran año para el deporte, también para el amor. Empezó a salir con la ex tenista alemana Steffi Graf, recién retirada de las canchas y campeona del mundo. Ella se convirtió en un fuerte incentivo para que su carrera siguiera con éxito y lo siguió siempre que pudo desde las graderías.
El 22 de octubre de 2001 se casaron y hasta ahora son una feliz pareja que participa de las distintas fundaciones de caridad que ambos han formado. Dos días después, nació su hijo mayor Jaden y el 3 de octubre de 2003, Jaz Elle; quienes son, junto a su mujer, el refugio de paz que siempre Andre Agassi buscó.
El domingo 4 de septiembre recién pasado, se retiró para siempre del circuito profesional de tenis, entre las lágrimas de emoción que le provocó la reacción de miles de fanáticos del tenis que lo aplaudieron de pie, entre ellos, Steffi y su hijos.
