Enrique
VIII
Hijo segundo y sucesor de Enrique VII. Luego de su
coronación, en 1509 –cuando tenía sólo
18 años y un cuerpo esbelto aún- se casó
con la viuda de su hermano, Catalina de Aragón, de quien
logró separarse en 1533 para contraer matrimonio con
Ana Bolena y poder tener un heredero. Con Ana tuvieron a Isabel,
futura reina de Inglaterra.
El divorcio
le significó la separación de la iglesia, nombrándose
a sí mismo a la cabeza de la Iglesia de Inglaterra y
ordenó la Disolución de los Monasterios. También
realizó otras reformas, como la creación del Consejo
del Norte.
Durante
su reinado se desarrolló la influencia protestante y
se produjo un destacado crecimiento económico.
Luego de
ordenar la decapitación de Ana Bolena por traición
y adulterio, Jane Seymour se convirtió en reina y en
1537 tuvo a Eduardo VI, el heredero, quien le costó la
vida a Jane y vivió una infancia enfermiza.
Un matrimonio
convenido lo llevó a casarse con Ana de Cleves, quien
se convirtió en la esposa de un soberano que buscaba
cada vez más poder y seguridad en el trono.
Los últimos
años de su reinado estuvieron marcados por su decaimiento
físico y un aumento desesperado por aparecer como todopoderoso.
Una 30 años
menor Catalina Howard reemplazó a Ana como esposa del
rey, pero ella se enfrentó al cadalso acusada de adulterio.
Pese a su decaimiento físico, contrajo su último
matrimonio con Catalina Parr y, aunque más armonioso,
la religión de la reina podría haberla llevado
a la muerte, si no fuese por el fallecimiento de Enrique.
Las
guerras contra Escocia y Francia vaciaron los cofres mientras
que en casa el rey trataba de separar a conservadores y radicales.
Enrique murió el 28 de enero de 1547 y no dejó
un buen legado, porque no pudo dar instrucciones claras sobre
el reinado de Eduardo VI, lo que causó un caótico
y rebelde levantamiento religioso.
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