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Flora Inostroza: “Nada queda al azar”

El alma y motor de las Semanas Musicales se refiere a lo bueno del encuentro, a los inconvenientes que ha debido sortear y al futuro, que observa auspicioso.


Desde 1978, cuando las Semanas Musicales de Frutillar pasaron de ser un “Comité Organizador” a la constitución de la Corporación Cultural “Semanas Musicales” de Frutillar, es Flora Inostroza García quien ha estado a la cabeza de este evento que reúne a cientos de personas, primero en casas de vecinos y luego en iglesias, gimnasio y próximamente en un teatro a orillas del Lago Llanquihue.

Estas “tertulias musicales”, en un comienzo, partieron en el verano de 1968 como un encuentro de músicos aficionados, hasta transformarse hoy en un espectáculo de categoría internacional por la calidad de sus intérpretes y su organización.

Viuda desde hace dos años, con tres hijos médicos, al igual que lo fue su esposo, Flora Inostroza tiene 6 nietos universitarios y 3 terminando la enseñanza media. “Todos constituimos un grupo muy unido a través de la música y nos potenciamos en ella; más todavía, compartimos juntos el ideario de las “Semanas Musicales”.

Durante el año, Flora Inostroza, además de su preocupación prioritaria por la Corporación Cultural, se ha dedicado “a poner en marcha el Centro de Capacitación “Flora Inostroza y Asociados”, reconocido como OTEC, con énfasis en las Relaciones Humanas, en Osorno. Los fines de semana, en Frutillar, los dedica a escribir artículos de opinión. Es panelista de un diario y de una radio. En relación a la música, toca muy bien el piano y escucha a los grandes clásicos.

En el tiempo que ha estado a cargo de las Semanas Musicales de Frutillar, recuerda como lo mejor el haber sido apoyados por dos magníficas instituciones coorganizadoras: la Universidad de Chile y la Fuerza Aérea de Chile. “Junto a ellas hemos llegado al nivel internacional que nos distingue, ocupando un lugar importante en la vida musical del país. Afortunadamente no hemos sufrido problemas graves; sólo inconvenientes y anécdotas que todo gran evento debe superar”.

-Pese a los inconvenientes, usted perdura en esta labor. ¿Por qué?
“Tengo un gran cariño por estas “Semanas Musicales”; tal vez porque participé en ellas, junto a mi esposo y mi familia, desde su nacimiento; todos somos grandes amantes de la música clásica. Si perduro en esta tarea es porque, pudiendo entregar mi energía, entusiasmo, experiencia y trabajo en forma voluntaria, debo hacerlo con responsabilidad profesional, ética y social lo que me hace crecer como persona. Además, me atrae mucho formar equipos humanos que sueñan, piensan y hacen cosas con igual visión, voluntad y generosidad’’.

-¿Es el Teatro del Lago uno de sus mayores logros pese a todas las críticas que ha recibido?

“No es logro mío: es porque las “Semanas Musicales” de Frutillar se han merecido esta obra y hubo un hombre visionario que apostó por este proyecto, de tener un teatro en Frutillar: Guillermo Schiess. Al dejarnos, su familia emprendió esta monumental tarea en su honor y por una gran causa. Sinceramente, no creo que alguien pueda criticar este teatro; lo que pasa es que muchos quisieran que fuéramos más rápido en su construcción. Para nosotros lo importante es que no nos detengamos y lo que se construya cumpla con todos los requisitos propios de un teatro’’.

-¿A qué cree se debe el gran éxito de este encuentro?

“A la seriedad y visión que hemos tenido para planificar, organizar, programar y realizar cada temporada; lo que se traduce en la calidad del producto final que aprecia la familia musical chilena y que sabe valorar el público asistente a los conciertos. Nada queda al azar, por respeto a la música, a los artistas y al público’’.

-¿Cuándo las “Semanas Musicales” decidieron ampliarse no sólo a música clásica y se incorporó el jazz y la música antigua, por ejemplo?

“Siempre hemos querido dar una diversidad de estilos musicales, épocas, combinaciones instrumentales y vocales a la programación, teniendo en cuenta las sugerencias del público asistente a las temporadas’’.

-A su juicio, ¿cuáles han sido los grandes hitos de las Semanas Musicales de Frutillar en estos 36 años?

“Pienso en tres: la constitución de la Corporación Cultural; el convenio de coorganización del evento con la Universidad de Chile y la Fuerza Aérea de Chile, y la construcción del Teatro del Lago en Frutillar’’.

-¿Cuándo empezaron los conciertos de extensión y cuál ha sido la respuesta? ¿Hay planes para expandirse a otras localidades?

Comenzaron hace 20 años y se han incorporado anualmente a nuestras temporadas oficiales, gracias al interés de algunas comunas de la Región de Los Lagos. La respuesta ha sido magnífica, aunque no hemos podido satisfacer todas las peticiones que vienen de las Municipalidades, principalmente por no contar con buenos pianos, instrumento básico en muchos conciertos’’.

-¿Cree que las “Semanas Musicales” serían lo mismo sin usted? ¿Qué espera del público?

“Serían seguramente superiores. Nosotros somos 11 directivos que nos hemos ido formando en base a experiencias, estudios y desarrollo personal. La nueva generación que estamos preparando, tiene estudios superiores y serán respaldados con asesores permanentes, amigos del evento y empresas privadas que están identificadas con el mismo’’.

“El público que estamos formando valora la calidad artística del evento y apoya el esfuerzo de personas, empresas e instituciones por dar espacios dignos al arte y la cultura en provincias’’.