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Este año se inaugura el anfiteatro
cubierto del Teatro del Lago


Aún cuando no está lista la sala principal, se podrán desarrollar diversas actividades, con una vista privilegiada al lago Llanquihue y el volcán Osorno.

Después de años de proyectos, viajes a Alemania, Estados Unidos, mucha literatura, planes y planos, el 27 de enero de este año se inaugurará el anfiteatro techado del Teatro del Lago, con la actuación del Coro de Bariloche. El recinto –una vez que esté completamente finalizado- albergará todas las actividades de las Semanas Musicales de Frutillar en el verano, y acogerá también otras manifestaciones artísticas el resto del año.

Para el certamen de este año estará listo el anfiteatro cubierto que está emplazado sobre el Llanquihue y que a través de sus ventanales permitirá disfrutar de la música observando el maravilloso paisaje del lago y del volcán Osorno. Así lo confirmaron a EMOL Mauricio Urrutia, gerente general de la Inmobiliaria Frutillar, responsable del desarrollo de las obras del teatro, y el arquitecto Gerardo Köster, quien ha trabajado junto a Gustavo Greene.

Urrutia y Köster comentan que el proyecto partió hace ya varios años -la primera piedra fue puesta en febrero de 1998- por una idea de Flora Inostroza (presidenta de la Corporación Semanas Musicales de Frutillar) y el empresario Guillermo Schiess, quien ofreció su apoyo para buscar el financiamiento que se requiere para una obra de esta envergadura. Y es precisamente por esa envergadura que su construcción se ha demorado y que la sala principal, que tendrá capacidad para unas 1.200 personas, aún no está lista. Tampoco están finalizadas obras de tramoya, salas de ensayo, camarines, vestuario, cafetería, telones, luces y todo lo que implica un teatro, que no es sólo escenario y butacas. Por ello es que este año se inaugura una parte para algunos conciertos y también se pretende que allí se desarrollen algunas actividades de APEC 2004.

La sala de conciertos tendrá también un mecanismo por el cual se podrá transformar en una sala de eventos, lo que permitirá financiar el teatro una vez que esté funcionando.

El lugar en que está ubicado –plena costanera de Frutillar- y que ha levantado algunas críticas, es donde antiguamente había un hotel. Köster explica que “don Guillermo Schiess, con mucha visión, pensó que en vez de licitar para levantar otro hotel municipal en el lugar, se edificara este teatro, de más o menos 8.000 metros cuadrados, que a su vez proveerá de clientes y dará trabajo a los hoteles y restaurantes de Frutillar”. Aclara también que no se perderá el paseo por la costanera, pues está contemplado que ésta bordee el teatro.