|
 |
 |
 |
De
“Patito Feo” a genio de la
literatura
El más célebre
de los escritores románticos daneses
fue un hombre de origen humilde. Nació
el 2 de abril de 1805 en Odense, donde
vivió una infancia marcada por
la pobreza y el abandono, pues su padre
era un zapatero y su madre una sirvienta
alcohólica. |
Esta etapa lo marcaría para siempre,
porque su físico lo acomplejaba
y sus compañeros lo convirtieron
en blanco de constantes humillaciones.
Sin embargo, en esos primeros años
desarrolló su pasión por
la escritura, convirtiéndose en
un autodidacta fuertemente influenciado
por las lecturas de Goethe, Schiller y
el alemán E.T.A. Hoffmann.
Cuando tenía sólo once años,
su padre murió, por lo que no pudo
completar sus estudios. En 1819, a los
catorce años, Hans Christian Andersen
viajó a Copenhague para dedicarse
al teatro. No lo consiguió, pero
su poca aptitud para el género
dramático no le impidió
ganarse la ayuda de generosos protectores,
como el director de teatro Jonas Collin,
quien se dio cuenta de su talento y lo
envió a una escuela de Slagelse
para que recibiera una instrucción
formal. En 1828 obtuvo el título
de bachiller. |
 |
Según
palabras del propio Andersen, los años
pasados en esta escuela fueron los más
sombríos de su vida. Pero en esta
época escribió su primera
obra. En 1827 imprimió de forma
anónima “El niño moribundo”,
que reflejaba el tono romántico
de los grandes poetas de la época. |
En esta misma
línea se desarrollaron su producción
poética y sus epigramas, en los
que prevalecía la exaltación
sentimental y patriótica. El escaso
éxito de sus obras teatrales y
su insaciable curiosidad lo impulsaron
a viajar por diversos países, entre
ellos Alemania, Francia, Italia, Grecia,
Turquía, Suecia, España
y el Reino Unido, y a anotar sus impresiones
en cuadernos y libros de viaje. |
|
 |
 |
|
|
|
|
|
|
 |
|
|