santos
para las tres religiones monoteístas en Medio Oriente.
Durante
39 días estuvieron atrapados cerca de 30 franciscanos -custodios
del lugar-,180
palestinos y 10 pacifistas extranjeros. Uno de los sacerdotes que
estuvo recluido, Nicolás Márquez, de México,
afirmó en una entrevista a El Mercurio que los israelíes
mantuvieron su palabra en el sentido de no tocar la basílica,
amenaza que había sido dado a conocer por fuentes palestinas.
Sin embargo, la Curia general de los franciscanos de Roma acusó
al ejército israelí de haber dañado seriamente
un valioso mosaico de la Basílica.
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Luego
de 39 días de sitio se retomaron las actividades
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El
9 de mayo se terminó el asedio al templo. El acuerdo consistió
en que trece palestinos que Israel consideraba más peligrosos
se exiliarían en diferentes países europeos.
Pero
no era la primera vez que el santo lugar era dañado. En el
135 d.C. el Emperador Adriano profanó la Gruta del Pesebre,
lugar que desde el siglo II era considerado santo para los cristianos.
En
tiempos de Constantino el recinto fue devuelto a los cristianos
y Santa Elena, madre del Emperador, supervisó la construcción
de la basílica de la Natividad que comenzó en el 323.
De ese santuario original quedan la nave y las columnas, ya que
en el siglo VI fue reemplazado por otro más grande.
Hace
unas semanas, el 21 de noviembre el ejército israelí
entró nuevamente a Belén y bloqueó las calles
que van a la Basílica de la Natividad. La acción,
una represalia al ataque suicida que dejó once muertos, pretendía
evitar que los palestinos que militan en organizaciones radicales
se refugien allí, tal como sucedió en abril pasado.
Una
vez más la violencia entraba al lugar iluminado de la ternura
más pura, que había recibido al Niño Dios.
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