El afable y regordete anciano que cada Navidad lleva juguetes a los niños que se han portado bien vivió en el siglo IV.

Luego de perder a sus padres por una peste, decidió repartir su herencia entre los pobres y encaminarse hacia Myra -en la actual Turquía- en busca de un tío obispo. Lamentablemente, antes de llegar a la ciudad su tío muere y los sacerdotes de Myra no consiguieron ponerse de acuerdo en su sucesor. Cansados de votaciones inútiles deciden elegir al primer cristiano que pusiera los pies en la iglesia. Y así el joven Nicolás se convirtió en obispo de Myra.

Como obispo, dedicó su vida a los más pobres y era muy querido por su bondad y generosidad.

 


Estuvo prisionero durante la persecución de Diocleciano por confesar su fe y cuando el emperador Constantino subió al trono fue liberado.

Cuando el gobernador Eustacio había sido sobornado para condenar a tres inocentes, Nicolás se presentó en el momento de la ejecución, detuvo al verdugo y puso en libertad a los prisioneros. Reprendió entonces a Eustacio, hasta que reconoció su crimen y se arrepintió. En esa ocasión habían presentes tres oficiales que mas tarde, al verse ellos mismos en peligro de muerte le rezaron a San Nicolás. Esa misma noche el santo se apareció en sueños a Constantino y le ordenó que pusiese en libertad a los tres inocentes. Constantino interrogó a los tres y al darse cuenta por ellos de que habían invocado a San Nicolás, los envió libres al santo obispo con una carta en la que le rogaba que orase por la paz del mundo.

Después de su muerte el 6 de diciembre, de 345 o 352, creció la devoción hacia él y aumentaron los reportes de sus milagros. Se convirtió en el patrón de los niños y marineros. En el siglo VI, el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla en su honor. Su popularidad en esa ciudad (hoy día Estambul) se propagó por todo el Cristianismo. Fue nombrado patrono de Rusia, donde llegó a tener más iglesias que la Virgen María.

El 9 de mayo, de 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira que había caído bajo la invasión musulmana. Se llevaron a Bari, en la costa adriática de Italia. Probablemente en ese tiempo se popularizó en Italia, donde se le conoce como San Nicolás de Bari. Sus reliquias todavía se preservan en la Iglesia de San Nicola de Bari, Italia.

Cómo se transformó en el Viejo Pascuero

Al ser un santo muy popular comenzaron a tejerse alrededor de su figura historias maravillosas que se acumularon a través de los siglos.

Como la de los marineros que, a pedido del obispo, llevaban grano para un pueblo en hambruna y sobrevivieron a una terrible tormenta por haber sido bendecidos por él. En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino, encontraron todos los alimentos en su lugar original.

Se dice que San Nicolás resucitó a tres niños que habían sido asesinados y desechados en un barril de sal.

Las antiguas leyendas de los niños y los regalos por la chimenea y las medias dieron lugar en Alemania, Suiza y los Países Bajos. Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes holandeses de Nueva Amsterdam, que convirtieron al santo en un mago nórdico.

La mitra de obispo fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo, su cruz pectoral desapareció por completo. Se mudó de Turquía al Polo Norte, de donde viene por la nieve con renos. Éstos tienen su origen a principios del s.XIX, cuando Clement Clark los incluyó en su escrito La visita de San Nicolás.

John Tinnel, caricaturista de la revista inglesa "Punch" lo vistió con una túnica roja, lo subió de peso y le pintó mejillas sonrosadas.

Después, en 1863, el ilustrador Thomas Nast le puso un cinturón negro, terminó de engordarlo y así lo presentó en el "Harpe's Illustrated".

En 1931 The Coca-Cola Company encomendó al pintor sueco norteamericano, Haabdon Sundblon que creara la imagen del Viejo Pascuero y la usó en en una campaña publicitaria pre navideña. Éste fue el icono que cautivó al mundo y a los niños e hizo olvidar para siempre la impronta del delgado obispo de Myra.

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