Estuvo
prisionero durante la persecución de Diocleciano por confesar
su fe y cuando el emperador Constantino subió al trono fue
liberado.
Cuando el gobernador Eustacio había sido sobornado para condenar
a tres inocentes, Nicolás se presentó en el momento
de la ejecución, detuvo al verdugo y puso en libertad a los
prisioneros. Reprendió entonces a Eustacio, hasta que reconoció
su crimen y se arrepintió. En esa ocasión habían
presentes tres oficiales que mas tarde, al verse ellos mismos en
peligro de muerte le rezaron a San Nicolás. Esa misma noche
el santo se apareció en sueños a Constantino y le
ordenó que pusiese en libertad a los tres inocentes. Constantino
interrogó a los tres y al darse cuenta por ellos de que habían
invocado a San Nicolás, los envió libres al santo
obispo con una carta en la que le rogaba que orase por la paz del
mundo.
Después
de su muerte el 6 de diciembre, de 345 o 352, creció la devoción
hacia él y aumentaron los reportes de sus milagros. Se convirtió
en el patrón de los niños y marineros. En el siglo
VI, el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla
en su honor. Su popularidad en esa ciudad (hoy día Estambul)
se propagó por todo el Cristianismo. Fue nombrado patrono
de Rusia, donde llegó a tener más iglesias que la
Virgen María.
El
9 de mayo, de 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira que había
caído bajo la invasión musulmana. Se llevaron a Bari,
en la costa adriática de Italia. Probablemente en ese tiempo
se popularizó en Italia, donde se le conoce como San Nicolás
de Bari. Sus reliquias todavía se preservan en la Iglesia
de San Nicola de Bari, Italia.
Cómo
se transformó en el Viejo Pascuero
Al
ser un santo muy popular comenzaron a tejerse alrededor de su figura
historias maravillosas que se acumularon a través de los
siglos.
Como
la de los marineros que, a pedido del obispo, llevaban grano para
un pueblo en hambruna y sobrevivieron a una terrible tormenta por
haber sido bendecidos por él. En otra ocasión, San
Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen
todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino,
encontraron todos los alimentos en su lugar original.
Se
dice que San Nicolás resucitó a tres niños
que habían sido asesinados y desechados en un barril de sal.
Las
antiguas leyendas de los niños y los regalos por la chimenea
y las medias dieron lugar en Alemania, Suiza y los Países
Bajos. Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por
los protestantes holandeses de Nueva Amsterdam, que convirtieron
al santo en un mago nórdico.
La mitra de obispo fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo,
su cruz pectoral desapareció por completo. Se mudó
de Turquía al Polo Norte, de donde viene por la nieve con
renos. Éstos tienen su origen a principios del s.XIX, cuando
Clement Clark los incluyó en su escrito La visita de San
Nicolás.
John
Tinnel, caricaturista de la revista inglesa "Punch" lo
vistió con una túnica roja, lo subió de peso
y le pintó mejillas sonrosadas.
Después,
en 1863, el ilustrador Thomas Nast le puso un cinturón negro,
terminó de engordarlo y así lo presentó en
el "Harpe's Illustrated".
En
1931 The Coca-Cola Company encomendó al pintor sueco norteamericano,
Haabdon Sundblon que creara la imagen del Viejo Pascuero y la usó
en en una campaña publicitaria pre navideña. Éste
fue el icono que cautivó al mundo y a los niños e
hizo olvidar para siempre la impronta del delgado obispo de Myra.
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