La tendencia a la automatización de las funciones de los vehículos ya llegó al mundo militar. El fabricante ruso de vehículos militares con sede en Moscú, VPK, presentó en la reciente exhibición Army 2016 llevada a cabo en la capital rusa, la más reciente variante del blindado Tigr (Tigre), dotado con sistemas que le permiten operar prescindiendo completamente de la intervención humana.
Un vocero de VPK o Compañía Industrial Militar por sus siglas en cirílico, dijo que el nuevo vehículo, llamado VPK-33115 Tigr-M, “es completamente autónomo, de manera que puede buscar, detectar, seguir y eliminar blancos en modo automático y ya ha pasado exitosamente las pruebas de maniobra y fuego”.
El Tigr es un vehículo blindado que se está fabricando en serie desde 2005 en numerosas configuraciones y para varios clientes en Rusia y otros países, pero esta es la primera versión que se maneja por sí misma.
De acuerdo a las especificaciones oficiales, el Tigr-M, cuyo aspecto general es el de un vehículo utilitario liviano acorazado, tiene un peso de combate de 8.200 kilos. Sobre el techo se le instaló una torre armada con un cañón de 30 mm y una ametralladora coaxial de 7,62 mm provista por Kalashnikov.
La capacidad para conducirse de manera autónoma proviene de un sistema robótico llamado Uran-9 desarrollado por la empresa también rusa UPTK que le permite combatir lejos de las fuerzas propias –incluso siendo aerotransportado- y batir blancos a distancias de 5.000 metros en el día y a 1.000 metros en la noche. Para ello cuenta con un sistema de control de fuego electroóptico asociado a un dispositivo de seguimiento automático de blancos.
Alternativamente, el modelo puede manejarse a control remoto a distancias de hasta 3 kilómetros o mediante control humano directo. Tiene amplias capacidades para circular en toda clase de caminos y fuera de ellos y puede alcanzar una velocidad máxima de 140 km/h.
