¿Qué tuvo en mente Audi para producir el nuevo Q5? Vaya uno a saberlo, pero por lo que se ve en el listado de características del modelo, se puede suponer que la idea era ponerlo todo en un envase compacto.
Y ahora que en Europa esta categoría de vehículos finalmente tiene el éxito que antes había registrado en América y muchos mercados asiáticos, el nuevo Q5 llega precisamente en el momento indicado.
La causa es sencilla, cualidades antes excluyentes, como utilidad, versatilidad, deportividad y estilo elegante ahora se hacen compatibles en la generación más reciente de crossovers. Este Audi Q5 fue rediseñado para que se vea más amplio, desde la parrilla hasta la cola, con un lenguaje de diseño que reduce la brecha con su hermano mayor, el Q7.
Además, en su fabricación se combinan materiales como el acero de alta resistencia y el aluminio, los que permiten reducir el peso del nuevo Q5 en unos 90 kilos en comparación con el modelo anterior.
Al igual que el Audi A4, el Q5 viene con la llamada “Cabina Virtual” disponible como una opción. Una pantalla de 12,3 pulgadas detrás del volante informa del estado del vehículo, a la vez que permite el acceso a medios de comunicación, navegación y otros sistemas incluidos en el automóvil.
El Q5 puede ser equipado con Quattro Ultra, una actualización del sistema de tracción en las cuatro ruedas que permite desconectar el eje trasero para aumentar la eficiencia. Este sistema está siempre encendido, de modo que actúa siempre que sea necesario.
La gama de motores con la que se presentó en Europa comprende cinco opciones, cuatro de las cuales son diésel TDI y una es un propulsor gasolinero TFSI. Las primeras consisten en maquinarias de 2 litros con potencias de 150 HP, 163 HP y 190 HP, además de un 3 litros de 286 caballos. El único motor a bencina, en tanto, es un 2,0 TFSI de 252 HP.
Las cajas de cambio pueden ser manual de seis marchas, S-Tronic de siete marchas o una Tiptronic de 8 cambios reservada únicamente para la variante con motor de 3 litros.
