Chevrolet tiene hambre. Hambre por recuperar el liderazgo del mercado arrebatado por la ofensiva surcoreana representada por Hyundai y Kia.
Y para satisfacer este anhelo ya lleva 6 modelos nuevos o actualizados lanzados en cosa de pocos meses. Esta vez el turno es del Prisma, un sedán que le va a ir a dar guerra en su propio terreno a los Accent y Rio4.
El Chevrolet Prisma no es otra cosa que la variante sedán del Onix, el hatchback de segmento B presentado hace menos de un mes. Pablo Calderón, product manager de Chevrolet, explica que con el Prisma van a atacar un segmento que representa el 23% de las ventas totales del mercado chileno y dentro del cual el 63% son notchbacks o tricuerpos.
Hasta ahora, la oferta de Chevrolet es poderosa en dicho subsegmento cuando el precio está por debajo de los $8 millones, gracias al Sail. La misión del Chevrolet Prisma, por tanto, es volverse dominante en el rango de precios inmediatamente superior.
Apuesta por el espacio
Para eso proponen un modelo que es ligeramente más corto y más angosto que su principal rival, el Hyundai Accent, pero levemente más alto para ofrecer un habitáculo que, a juicio de Calderón, es más amplio que el de su rival. Más todavía, el Prisma ofrece un volumen de maletero que no es fácil de encontrar incluso en el segmento más grande, ya que tiene 500 litros de capacidad.
El origen del Chevrolet Prisma está en Brasil, donde fue lanzado en 2012, logrando hasta hoy una marca de más de 55.000 unidades vendidas.
La configuración técnica del modelo es simple: una opción de motor y una base de equipamiento relativamente elevada para su nicho de mercado. El propulsor es de 1,4 litros a gasolina, aspirado, con 97 equinos de fuerza y puede estar acoplado a una caja manual de 5 cambios o a una automática. Según los datos entregados por Chevrolet, el rendimiento mixto es de 14,7 km/l si se trata de la caja manual, y de 14,3 km/l si se trata de la automática.
Así, el modelo de entrada, LT, viene con 2 airbags y frenos ABS, aire acondicionado y el sistema de infoentretenimiento MyLink, con Car Play y Android Auto, gestionado a través de una pantalla táctil de 7 pulgadas, entre otros detalles. Esta sólo viene con caja manual y cuesta $8.490.000.
Por encima están las versiones LTZ, que pueden escogerse con caja manual o automática que se pueden comprar por $9.090.000 y $9.990.000 respectivamente. Agregan cosas interesantes como computador de viaje, los sensores y cámara de retroceso, un volante forrado con cuero y control crucero (sólo para la versión automática).
Estos no son los últimos lanzamientos que tiene preparados Chevrolet para lo que resta del año, ya que en cosa de días presentará una edición especial del Camaro, mientras que para mediados de noviembre espera romperla con la llegada del Spin y del Cobalt.
