El sultán de Johor, en Malasia, es un apasionado de los camiones. Hace un par de años encargó a la división australiana de Mack Trucks que le hicieran a la medida el camión más ostentoso y único, y claro, uno que nunca habían construido antes. ¿Su nombre? el "Super-Liner".
Tras más de un año de trabajo, lograron algo tan extravagante que llegó a tener grandes bloques de oro macizo, elevando su valor total sobre el millón de dólares.
En su interior cuenta con una cocina con encimeras de piedra, microondas y hasta un gran refrigerador, con un espacio superior a cualquier otro camión. En la parte de atrás cuenta con una terraza que puede ser equipada con sombrillas y tiene espacio para hamacas y una parrilla portátil, por lo que el sultán en vez de llevar cargas, se puede ir de viaje con unas comodidades excepcionales.