La historia del camión es tan extensa como sus dimensiones y sus recorridos en carretera, pero mejor la resumiremos. La primera unidad a vapor lo construyó el francés Nicolas-Joseph Cugnot en 1769. Sin embargo no fueron populares hasta mediados de la década de 1800.
Los caminos de la época, construidos en ese entonces para caballos y carruajes, limitaban la aparición masiva de estos “extraños vehículos”. Se utilizaban en trayectos muy cortos, por lo general de una fábrica a la estación de tren más cercana. Gradualmente se fue perdiendo esta herencia y aparecieron los chasis de acero, las zapatas de freno de madera, se eliminaron las ruedas de madera sin neumáticos, se crearon las transmisiones por correa de cuero (o cadenas) y su diseño cambió al tener que dar espacio a los motores.
Los "vagones de vapor"
El primero con un remolque apareció en 1881, y es tirado por un tractor a vapor fabricado por De Dion-Bouton. Los camiones con propulsor a vapor se vendieron en Francia y en los Estados Unidos hasta la víspera de la Primera Guerra Mundial, y fueron conocidos como los “vagones de vapor”.
En 1895 Karl Benz diseñó y construyó el primer camión de la historia (como hoy los conocemos) utilizando la combustión interna del motor.
Un año más tarde, en 1896, otro camión con motor de combustión interna fue construido por Gottlieb Daimler. El primer camión en los Estados Unidos fue construido por Autocar en 1899. Las versiones de la época utilizaban motores de dos y cuatro cilindros y tenían una capacidad de carga de 1.500 a 2.000 kilos.
Cuando llegaron los avances
Después de la Primera Guerra Mundial, se realizaron varios cambios: los neumáticos de caucho reemplazaron a los de madera con una goma maciza. El encendido ya fue eléctrico, se potenciaron los frenos y los motores crecieron a configuraciones de 4, 6 y 8 cilindros. Además se cerraron las cabinas.
El motor diésel recién llegó a los camiones europeos por 1930, a pesar de que se había inventado en 1890. En los Estados Unidos, tomó mucho más tiempo para ser aceptados: pues los motores de gasolina estaban todavía en uso en camiones pesados en la década de 1970.
Hoy, estamos en el "limbo" con los cambios de tecnología, proyectando la llegada de los camiones eléctricos y de conducción autónoma en unos pocos años.