Los mandatarios de las principales potencias mundiales cuentan con vehículos oficiales especialmente diseñados para su traslado de manera segura y confortable. Por lo mismo, no es de extrañar que cuenten con lujos y altas medidas de seguridad.
Uno de los más conocidos, y probablemente el más emblemático, es “La Bestia” del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Este cuenta con un blindaje de cinco pulgadas (12,7 cm), neumáticos resistentes a impactos de balas, suspensión ajustable que permite modificar la altura del vehículo para incrementar su despeje y puertas con un peso similar a las que se emplean en los Boeing 757.
Adicionalmente posee ventanas con cinco capas de policarbonato, que se abren sólo siete centímetros y exclusivamente desde el puesto del conductor. Todo esto hace que su peso ronde las 4,5 toneladas, según el sitio especializado Autoweek.
Según los reportes, “La Bestia” también sería capaz de soportar ataques químicos o biológicos, alcanzaría los 100 km/h en 15 segundos, y contaría con una reserva de sangre del tipo del presidente, en caso de que el mandatario la necesitara.
El retiro
Se espera que durante este año el Presidente Donald Trump presente la nueva generación de “La Bestia”, vehículo del que aún se desconocen sus especificaciones, aunque ya se sabe que mantendrá su configuración de asientos 2+3+2, lo que permite realizar reuniones en su interior, ya que la segunda y la tercera fila quedan enfrentadas.
Estéticamente adoptará la nueva parrilla corporativa de Cadillac, aunque con algunas modificaciones, y se espera que se base en la plataforma del camión Kodiak, misma base que utiliza su antecesor.
Toque alemán
Por su parte, la Canciller de Alemania, Angela Merkel, se desplaza en un Mercedes-Benz S600 Maybach Guard, sedán que ofrece el máximo nivel de protección hasta la fecha para un vehículo civil (VR10). Esto significa que gracias a su blindaje de acero reforzado es capaz de resistir un ataque con munición del calibre 7,62 x 54 mm, granadas, minas y explosiones laterales de hasta 15 kilogramos de TNT.
Su celda de seguridad hermética está fabricada en acero reforzado, kevlar y fibra sintética, a lo que suma gruesos cristales a prueba de balas, lo que dispara su peso hasta las 4,5 toneladas. El doble que el modelo original. Pese a esto, los 600 caballos de fuerza que emanan de su motor le permiten moverse con total soltura.
Al igual que “La Bestia”, el S600 Maybach Guard de Angela Merkel cuenta con una carrocería hermética y filtros especiales para soportar un posible ataque con gas. En el suelo del maletero lleva un depósito especial de aire, que lo convierte en un ecosistema autónomo.
Plataforma rusa
Actualmente el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, también se desplaza a bordo de un Mercedes-Benz S600 Guard, modelo que será reemplazado a fines de año por los autos del proyecto “Kortezh” (Cortejo), lanzado en 2013 con el objetivo de desarrollar una plataforma única de vehículos de transporte de políticos y personas VIP. Lo que posibilitará que el mandatario se pueda desplazar en limusinas, sedanes, monovolúmenes y SUVs.
Si bien aún no se ha liberado mayor información del nuevo auto presidencial ruso, se sabe que su planta motriz fue desarrollada por Porsche, con reportes que señalan que contará con un motor V12 con cerca de 800 HP, y que estará disponible a la venta para ciudadanos rusos.
Sutileza gala
El recientemente asumido presidente de Francia, Emmanuel Macron, optó por trasladarse en el DS7 Présidentiel, modelo que estrenó en sociedad para el cambio de mando.
Se trata de una inédita versión cabriolet del DS7 Crossback, que fue especialmente modificada por la marca para ser usada por la presidencia de Francia en el mencionado evento.
Entre sus particularidades destacan sus llantas aro 20 personalizadas y avanzadas tecnologías, entre las que se cuentan los sistemas DS Connected Pilot y DS Active Scan Suspensión. Este último se vale de una cámara para anticipar imperfecciones y ondulaciones en el camino para asegurar que el Presidente y los demás ocupantes del vehículo disfruten de un andar placentero.