Mientras que ciertos constructores de automóviles compiten para fabricar un auto volador, el checo Pavel Brezina prefirió buscar otra solución son su GyroDrive, pues viene a ser un minihelicóptero que puede circular por carreteras.
Este piloto e ingeniero de 51 años, propietario de "Nirvana Systems", una empresa de motores para pequeños artefactos voladores, asegura que su vehículo puede a la vez volar y circular por carretera.
"Es el único vehículo volador certificado también para carretera", explica. "Los demás intentan construir un coche a gran velocidad que también pueda volar, pero no es lo mismo", asegura este piloto con 30 años de experiencia.
Su GyroDrive, construido sobre la base de un giroplano (minihelicóptero) tiene un rotor que puede subir y bajar y una hélice trasera para la propulsión.
La compañía de Brezina compra giroplanos fabricados en Alemania y luego les añade un sistema para pasar de un motor de gasolina para volar a otro eléctrico para andar por carretera.
Sobre el asfalto, el GyroDrive, que tiene dos plazas, puede viajar a un máximo de 40 km/h en trayectos cortos para llegar a una gasolinera o a un hotel, por ejemplo. Sin embargo, no puede circular por autopista, donde la velocidad mínima es de 80 km/h.
El vehículo resiste al viento, la lluvia y a la nieve y necesita unos 100 metros para despegar. En el aire puede alcanzar un máximo de 180 km/h con un radio de acción de 600 km.
Para pasar del modo terrestre al modo aéreo hay que inmovilizar el rotor principal.
El precio de venta inicial del GyroDrive es de 1,5 millones de coronas (57.000 euros) pero puede subir hasta cuatro millones de coronas (151.000 euros) según los opcionales.