En la mayor parte del país, las condiciones invernales son relativamente moderadas. Nada de decenas de grados bajo cero ni metros de nieve en las calles, pero no por ello hay que dejar de tomar algunas precauciones:
1.- Siempre que se pueda, al llegar el invierno se recomienda guardar el auto en un garaje o bajo techo para evitar así que las bajas temperaturas puedan afectar a los elementos exteriores del vehículo o los fluidos del motor.
2.- Esto ocurre especialmente con los parabrisas y ventanillas que, después de gélidas noches, aparecen cubiertos de hielo. Por eso conviene tener un raspador de hielo para sacar la escarcha. También puede usar agua, pero a temperatura ambiente.
3.- Si hace mucho frío, el agua puede congelarse en el radiador. Por eso es importante asegurarse de que los niveles de líquido anticongelante son correctos.
4.- También hay que estar seguro que el aceite esté en su nivel adecuado, así como su viscosidad, ya que el frío suele hacerlo más denso.
5.- Ojo con la batería. Hay que fijarse en su carga especialmente a partir de su tercer año de vida, ya que con el frío es más probable que se descargue.
6.- Los neumáticos son otro de los elementos a los que deberemos prestar mayor atención en invierno, especialmente si se reside en una zona propensa a las lluvias, la nieve o el hielo. Hay zonas en Chile donde es útil cambiarlos por unos especiales para la temporada.
7.- Si se va a un centro invernal, no es mala idea tener cadenas para los neumáticos. Y aunque parezca una perogrullada, también hay que asegurarse de saber colocarlas de forma correcta.
8.- En invierno las luces se usan más porque las horas de luz diurna son menos y no es raro que haya niebla. Por eso es que disponer de ampolletas de repuesto es una buena precaución.
9.- En caso de un viaje por un área apartada en malas condiciones climáticas, tener el estanque lo más lleno posible al menos asegura que se puede tener calefacción.
10.- ¡Manejar con precaución!