Twitter/Public Protection Team
No es fácil encontrar un neumático que a simple vista genere repulsión y sea definido básicamente como “asqueroso y peligroso”, pero precisamente eso ocurrió hace unos días en la localidad de Derby, Inglaterra, cuando un policía detuvo una minivan que se desplazaba con una llanta que sencillamente parecía sufrir una severa infección dermatológica o algo muy parecido.
Y es que la rueda presentaba una serie de “quistes” en su costado, los que no solo le daban una apariencia desagradable, sino que también lo tornaba extremadamente peligroso para los ocupantes del vehículo, especialmente cuando este iba rumbo al colegio para dejar a los niños.
Según relató el oficial que detuvo el vehículo, al observar el estado de la rueda exigió que su conductor cambiara de destino y se dirigiera al taller mecánico más cercano para cambiar la pieza defectuosa.
Según explica el sitio Jalopnik.com, no es que la rueda fuera portadora de una enfermedad contagiosa aún cuando si es igualmente peligrosa. Las “burbujas de aire” en los costados generalmente son causadas por el daño causado por un golpe fuerte y son una clara señal que esta debe ser reemplazada.
De hecho, añade el sitio, a la mínima aparición de estas deformaciones es fundamental que el dueño del vehículo cambie la rueda lo antes posible y evite movilizarse en este.
“Las burbujas o protuberancias en la pared lateral son normalmente el resultado de que el revestimiento interno de la llanta se daña por un impacto que crea un pequeño agujero o rasgadura y compromete la resistencia de las capas de la pared lateral (...) Independientemente de la causa del daño, una protuberancia en la pared lateral es un estallido que espera suceder en cualquier momento y debe abordarse”, advierte la información.
De ahí que llama la atención el deplorable estado de la rueda detectada por la policía de Derby con al menos trece protuberancias de gran tamaño, sino también la indiferencia del dueño del vehículo y su total falta de interés en reemplazarla, especialmente cuando sus pasajeros son sus hijos o niños en edad escolar.