El fabricante de automóviles alemán Volkswagen ha mantenido su liderazgo como el mayor productor de vehículos del mundo después que su rival japonés Toyota reconociera que vendió menos unidades en 2019.
Toyota Motor Corp. dijo este jueves que durante el ejercicio pasado comercializó 10.74 millones de vehículos en todo el mundo, detrás de las ventas anuales récord de Volkswagen AG de 10.97 millones de ejemplares.
En 2018, los alemanes de Volkswagen vendieron 10.83 millones de vehículos, superando a Toyota por la corona del número 1 en la industria mundial.
Pese a ello, el constructor japonés, responsable de modelos tales como el Camry sedán, Prius híbrido y el Lexus de lujo, dijo que 2019 marcó el cuarto año consecutivo de aumento en las ventas mundiales.
Prueba de ello es que durante el periodo pasado sus colocación de vehículos en el mercado mundial aumentó en un 1.4% con relación a los resultados de 2018.
Tanto Toyota como Volkswagen aseguran que sus objetivos no pasan por ser el líder mundial de la industria, sino más bien por seguir entregando mejores productos para así conseguir mejores resultados.
No obstante, las cifras de ventas siguen siendo un indicador sólido del éxito de un fabricante en una industria globalizada e intensamente competitiva.
Por su parte, el fabricante de automóviles estadounidense General Motors, que ocupó el título de mejor fabricante durante más de siete décadas antes de perderlo ante Toyota en 2008, ya no tiene capacidad para luchar por la primera posición.
En tanto, las ventas globales para la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi totalizó ventas por 10 millones de unidades durante 2019.
Las cifras se consiguieron pese al “terremoto” que generó en la industria el arresto en noviembre de 2018 de Carlos Ghosn, ex presidente ejecutivo y presidente de Nissan, que ahora enfrenta varias acusaciones de mala conducta financiera en Japón.
Ghosn ha dicho que es inocente y ha acusado a Nissan y a los funcionarios del gobierno japonés de conspirar para expulsarlo. Ghosn sorprendió al mundo fugándose de Japón a fines del año pasado y apareciendo en el Líbano, donde tiene ciudadanía.