En septiembre del año pasado la empresa Bonhams realizó una de las subastas más llamativas de la temporada con una colección de 25 superdeportivos que fueron incautados a Teodoro Nguema Obiang Mangue.
“Teodorín”, como se le apoda, es vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo del gobernante de ese país y era investigado por la justicia de Suiza por participar en una millonaria operación de lavado de dinero.
Así las cosas, la subasta incluía siete Ferrari, cinco Bentley, tres Lamborghini, tres Rolls Royce, un McLaren, un Maserati, un Porsche, un Bugatti, un Aston Martin, un Mercedes Maybach y un Koenigsegg.
En total los lujosos vehículos fueron vendidos en 21 millones de euros que fueron donados por las autoridades suizas a un programa social de Guinea Ecuatorial.
Durante la subasta llamó la atención que un joven alemán adquirió más de la mitad de esos superdeportivos, en total 13 ejemplares, pagando estratosféricas sumas por ellos.
Según publica el sitio Motor1.com, este hecho llamó la atención de la prensa suiza, especialmente por los montos pagados por tres unidades.
Según los registros, el misterioso comprador pagó 4,3 millones de euros por el Koenigsegg, 2,1 millones de euros por el LaFerrari y 7,5 millones de euros por el Lamborghini Veneno Roadster.
Ante las dudas existentes, el diario Le Temps inició una exhaustiva pesquisa de los vehículos adquiridos por el joven alemán y pudo establecer que tras la subasta los superdeportivos fueron enviados a Zurich.
Desde ese lugar fueron enviados por avión hasta Dubai donde los autos de lujo fueron guardados en un hangar durante algunas semanas hasta que desaparecieron misteriosamente.
La investigación periodística estaba en punto muerto hasta el pasado 22 de febrero cuando fue visto el Koenigsegg One:1.
Por increíble que parezca, el superdeportivo no estaba en manos de un millonario de los Emiratos Árabes Unidos, sino que circulaba por las calles de Malabo, ciudad puerto y capital de Guinea Ecuatorial.
Como era de esperar, el exclusivo coche era conducido por Teodoro Nguema Obiang Mangue quien, según especula la prensa europea, habría contratado al joven alemán para que volviera a comprar sus autos.
Si bien esta última afirmación es solo una hipótesis, lo cierto es que si el Koenigsegg ya está en manos de “Teodorín”, lo más probable es que los otros 12 vehículos de la colección también estén Guinea Ecuatorial, ya que al parecer el dinero no es problema para la autoridad de ese país.
