La empresa Tesla ha presumido en más de una ocasión de la seguridad de sus vehículos a nivel informático y prueba de ello es que habitualmente reta a los hackers de todo el mundo para que intenten vulnerar los sistemas de sus autos. No obstante, la empresa de Elon Musk se encuentra envuelta en una fuerte polémica luego que se descubriera un problema que afecta la privacidad de sus clientes.
El problema comenzó cuando la compañía dispuso la sustitución de las MCU (procesadores) de sus antiguas unidades para reemplazarlas por una versión más moderna llamada MCUv2. Se cree que algunos de los procesadores en desuso fueron rescatados y vendidos en el mercado informal. De hecho, algunos se pueden encontrar como piezas de segunda mano en distintos mercados digitales.
Así las cosas, un conocido hacker adquirió en eBay viejos componentes electrónicos de Tesla y tras analizarlos descubrió que estos contenían información personal de los antiguos propietarios de esos equipos como la dirección de su domicilio particular, la ubicación de su trabajo y hasta su contraseña del WiFi.
El autor de la investigación es el especialista en seguridad digital conocido como GreenTheOnly, quien reveló además que en estas antiguas computadoras de Tesla se puede encontrar información como el número de teléfono del antiguo propietario, así como su agenda de contactos y el historial de llamadas.
Lo que es más grave aún, también hay registro de contraseñas de servicios como correo electrónico, Spotify, Netflix, YouTube, etc.
Según dijo el propio hacker en sus redes sociales, antes de hacer pública esta información tomó contacto con Tesla para darle a conocer el problema pero no obtuvo respuesta de la empresa.
Si bien estas unidades no deberían estar a la venta, se explicó que no resulta difícil hallarlas en internet o el mercado informal. Según reveló el sitio InsideEVs, los técnicos de Tesla, únicos autorizados a realizar el cambio de la MCU, tienen órdenes de deshacerse inmediatamente de los procesadores antiguos, los que deben ser destruida antes de ser depositados en los desechos.
No obstante, indica la publicación, romper el hardware externamente no necesariamente afecta a la información almacenada en el sistema, que sigue siendo recuperable, y que puede ser rescatada, tal como ha quedado demostrado.
