A principios de este 2020 el Ford Mustang GT de 1968 que Steve McQueen manejó con maestría en la famosa película "Bullitt" fue vendido a un impresionante valor de 3,4 millones de dólares, alcanzando un récord en términos de subastas.
Sin embargo, pasaron pocos meses para que ese registro quedara en el pasado con una nueva subasta que sobrepasó todos los récords: el primer Mustang Shelby GT350R de 1965 fue vendido en nada menos que 3,85 millones de dólares, convirtiéndose en el Mustang más caro hasta ahora.
Al igual que el modelo que popularizó Steve McQueen, el Mustang Shelby GT350R también cuenta con una destacada trayectoria y destaca por ser el coche de pruebas para el equipo Shelby American Factory en décadas pasadas.
Es más, el vehículo, apodado como “Flying Mustang”, fue la base del segundo auto de carreras creado por Shelby y que alcanzó rápida fama en la industria automotriz.
Según señala la descripción de la casa de subastas Mecum Auctions, Ken Miles, Bob Bondurant, Chuck Cantwell, Peter Brock, Jerry Titus y varios otros conductores de clase mundial lo condujeron ampliamente en pruebas y desarrollo.
En términos mecánicos, el coche luce un motor v8 que lograba erogar 310 caballos de potencia y 446 Nm de par máximo, asociado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades. Como si fuera poco, contaba con un sistema de refrigeración mejorado especialmente construido para el potente vehículo.