Desde el 1 de enero del 2016, el Ministerio de Transportes estipuló como obligación el porte del chaleco reflectante en el vehículo, como una medida de seguridad que busca hacer más visibles a los conductores que se bajan del coche y así evitar accidentes de tránsito.
El no cumplir con el porte del citado chaleco constituye una falta leve, lo que se traduce en una multa de 0,2 a 0,5 UTM. Tomando en cuenta esos antecedentes es que la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) entrega una serie de recomendaciones a tener en cuenta en esta materia.
Según explica el organismo, el chaleco debe ser confeccionado con material fluorescente de color amarillo, con bandas de material retrorreflectante de un ancho no inferior a 50 milímetros.
Además, “debe llevarse siempre en un lugar accesible dentro del vehículo, como por ejemplo en la guantera, para que el conductor en caso de bajarse del vehículo (por una emergencia) lo haga ya vistiendo el chaleco”, destaca el organismo.
En ese mismo sentido, Conaset también entrega consejos a la hora de detenerse en caso de una emergencia. En primer lugar, el vehículo debe detenerse fuera de la calzada, siempre y cuando sea posible. En el caso de una autopista o carretera, se recomienda salir por la primera salida disponible.
También es necesario señalizar la presencia del vehículo detenido con triángulos de seguridad, situándolo a alrededor de 50 metros por delante y por detrás.
Por último, se debe advertir que existe un problema a través de las luces de emergencia. “Si es de noche activa también las luces de posición”, dice Conaset.
Todas estas recomendaciones y acciones deben realizarse con el chaleco reflectante puesto, con el objetivo de ser aún más visible para los otros conductores que siguen en la ruta.