U. Tecnológica de Eindhoven / Bart van Overbeeke
Un grupo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, Holanda, sorprendieron al mundo al presentar su llamativo, innovador y pequeño vehículo eléctrico fabricado en base a desechos.
El citycar, bautizado como Luca y que había sido presentado como un adelanto a finales del año pasado, completó su construcción utilizando una gran variedad de materiales reciclados en un proyecto que duró alrededor de 18 meses.
Según información publicada por la propia institución educativa, el coche cuenta con fibras de lino combinadas con varios plásticos, como envases PET y ABS reciclado, que le dan forma a su estructura compacta.
El exterior, además, no cuenta con pintura, sino con una envoltura que fue realizada con material reciclado. En su conjunto, el vehículo pesa solo 360 kg, además de sus baterías que le aportan otros 60 kg.
En su interior, por otro lado, sus asientos cuentan con la particularidad de haber sido construidos en base a cáscara de coco y crin de caballo envueltos en PET reciclado, informó el medio Digital Trends.
“Con este automóvil queremos demostrar que los desechos son un material valioso, incluso en aplicaciones complejas como un automóvil”, dijo Matthijs van Wijk, integrante del equipo realizador.
Por último, en términos mecánicos, Luca cuenta con una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora y exhibe un no despreciable alcance de 220 kilómetros con una sola carga.