El fabricante de autos deportivos Porsche anunció que el próximo año comenzará las pruebas de un combustible sintético desarrollado como una alternativa para prolongar la vida útil de los motores a combustión interna y cuyo futuro se ve amenazado por las cada vez más estrictas normas de emisiones, especialmente en Europa.
Los alemanes llevan ya bastante tiempo financiando investigaciones para el desarrollo de nuevos combustibles sintéticos y en ese contexto el año pasado anunció alianzas con Siemens Energy, AME, Enel y la petrolera chilena Enap para establecer una planta de producción comercial de combustible sintético a escala industrial, indica el sitio Carscoops.com.
Este complejo, indicaron, deberá entrar en operaciones durante el próximo año y se espera que produzca un máximo de 55 millones de litros de combustible sintético para 2024 y aproximadamente diez veces esa cantidad para 2026.
El combustible sintético de Porsche se crea combinando hidrógeno con carbono capturado del aire para producir metanol, que luego se transforma en un sustituto de la gasolina que los vehículos pueden usar. Según se indicó este combustible, denominado e-fuel, será fabricado por Enap con la ayuda de energía eólica.
En entrevista con el medio Autocar, el director ejecutivo de Porsche, Oliver Blume, respaldó estos desarrollos que buscan salvar los tradicionales motores de combustión interna y mantener así el sello característico de sus modelos más tradicionales.
“Sus ventajas radican en su facilidad de aplicación: los combustibles sintéticos se pueden usar en motores de combustión e híbridos enchufables, y pueden hacer uso de toda la red existente de estaciones de servicio”, dijo.
Por su parte, el jefe de autos deportivos de Porsche, Frank Walliser, aseguró que la compañía comenzará las pruebas de los combustibles electrónicos el próximo año.
“Vamos por buen camino, junto con nuestros socios en América del Sur. Seguro que en 2022 será un volumen muy, muy pequeño para las primeras pruebas. Es un camino largo con una gran inversión, pero estamos seguros de que esta es una parte importante de nuestro esfuerzo global para reducir el impacto del CO2 en el sector del transporte”, dijo el experto.
En esa línea, Frank Walliser manifestó que cuando este combustible sintético se produzca a gran escala “esperamos una reducción del impacto de CO2 del 85 por ciento”.
No nos rendiremos
En tanto, Andreas Preuninger, director de la división GTs de Porsche, dijo que sus esperanzas están puestas en este desarrollo a fin de mantener el mayor tiempo posible los motores de combustión.
La idea, agregó Preuninger, es que la próxima generación del 911 GT3 conserve todavía un motor como el actual, a pesar de que el modelo de producción se vea forzado a pasarse a otras tecnologías.
"Las leyes europeas son cada vez más restrictivas. Puedes tener la impresión de que quieren prohibir los motores de combustión interna, especialmente los motores aspirados que suben a muchas revoluciones, pero tenemos mucha inventiva y queremos mantener el motor aspirado todo el tiempo que sea posible", declaró Preuninger.
"Viendo las leyes de emisiones de 2025, creo que tendremos que trabajar duro para cubrirlas con un motor que revolucione, tanto como este, y que tenga 4.0 litros. Pero no nos vamos a rendir. Estamos recabando ideas y probando motores en el banco de pruebas, y queremos mantenerlo (el motor atmosférico sin electrificación) al menos en este GT3", dijo.
Añadió que un camino para alcanzar este objetivo son los combustibles sintéticos que emiten menos partículas y menos óxido de nitrógeno.
