Los fabricantes de vehículos Honda y Toyota informaron que a partir de la próxima semana suspenderán o restringirán la producción en varias de sus plantas ubicadas en Estados Unidos, México y Canadá debido a problemas en la cadena de suministros causados, principalmente, por las condiciones meteorológicas en Norteamérica, así como por el impacto de la pandemia y la escasez de microchips para el sector automotriz.
Honda dijo que en Estados Unidos suspenderá la producción en las plantas que tiene en Ohio, Alabama e Indiana así como su única planta de montaje en Canadá. La medida se extenderá por al menos una semana, aún cuando esta podría prolongarse en el tiempo, aseguraron.
Por su parte, Toyota comunicó que la producción en varias de sus plantas en Estados Unidos y México se verá limitada durante los próximos días debido a la escasez de productos petroquímicos originada, principalmente, tras la poderosa tormenta invernal que golpeó Texas en febrero pasado.
A su vez, ambos fabricantes también se han visto afectados por los problemas de suministro de microchips que golpea no solo a la industria automotriz, sino que a muchos fabricantes de tecnología.
Debido a esto, Honda y Toyota se han visto obligados a reducir globalmente su producción por la falta de estos microprocesadores.
A principios de marzo, General Motors (GM) anunció que mantendrá la suspensión de una parte de su producción de vehículos en sus plantas de Estados Unidos y Canadá hasta mediados de abril, mientras que sus instalaciones de San Luis Potosí en México hará lo propio hasta finales del presente mes.
En ese sentido, durante febrero pasado la compañía estimó que la escasez de chips podría recortar 2.000 millones de dólares de sus beneficios en 2021.
Ford, en tanto, se ha visto obligada a eliminar turnos de trabajo y suspender toda la producción en algunas de sus plantas norteamericanas por los problemas de suministro.
Tesla, Nissan, Stellantis, Volkswagen y Daimler también se han visto afectados por los problemas de suministro de componentes.
A los problemas causados por la escasez de microprocesadores, la pandemia y las tormentas invernales en Estados Unidos se une la congestión que sufren los puertos en California desde principios de año y que ha obligado a instalaciones como las de Los Ángeles a dirigir embarcaciones a otros puertos.