No ha sido un buen año para la industria automotriz mundial. A los estragos generados por la pandemia del covid-19, este 2021 se sumó la escasez global de microchips que ha obligado a las grandes marcas a restringir su producción de vehículos. Como si todo eso fuera poco, analistas ahora advierten de un nuevo problema que podría golpear a los productores de vehículos: la disminución de los suministros de caucho.
Según publica el medio AutoNews.com, el acceso normal al caucho natural, material prima fundamental para la elaboración de los neumáticos y otros componentes que se encuentran bajo del capó, se ha visto entorpecido por los últimos problemas que han afectado el normal desarrollo del transporte naviero.
A ello se suman otros factores aún más complejos y que dicen relación con una fuerte acumulación de las existencias por parte de China y una devastadora enfermedad que afecta a los árboles desde donde se extrae la emulsión lechosa con la cual se genera el polímero elástico.
El problema toma ribetes alarmantes para algunos sectores cuando se considera que los árboles necesitan un promedio de siete años para madurar, por lo que es poco probable que la oferta se recupere rápidamente.
A raíz de eso, los valores del caucho están aumentando considerablemente en el mercado mundial, lo que ha llevado a algunos proveedores de la industria automotriz estadounidense a aumentar sus compras con el objetivo de conseguir las reservas necesarias antes que se desplome la oferta.
A juicio del citado medio, la escasez de este producto podría golpear con más fuerza a la industria automotriz mundial y especialmente a la estadounidense, la que ya enfrenta millones de dólares en pérdidas como resultado de la crisis de semiconductores.
Así las cosas, la eventual falta de caucho amenaza con interrumpir aún más la producción de vehículos, justo cuando la demanda comienza a recuperarse tras el freno que implicó la pandemia del covid-19 en 2020.
"Es como las toallas de papel al principio de la crisis del covid-19", dijo Steve Wybo, quien dirige el grupo de práctica automotriz en la consultora Conway MacKenzie en las afueras de Detroit.
El analista explicó que ante esta incertidumbre quienes puedan comprar y acomular esta materia prima lo van a hacer, ya que no saben cuándo podrán conseguirlo a futuro.
Los fabricantes de automóviles, incluidos Ford Motor Co. y Stellantis dicen que están monitoreando la situación del caucho, pero que aún no han sentido un impacto. Igual cosa indicó General Motors, quien dijo que hasta ahora no le preocupa el suministro de caucho, mientras que Michelin está evitando la congestión de los puertos que ha detenido la entrega mediante un puente aéreo directo desde Asia.
No obstante, el tema ya preocupa a los proveedores estadounidenses. "Tengo a todos alertados de que tomen los materiales lo más rápido que puedan", dijo Gary Busch, director de adquisiciones globales de Carlstar Group, empresa que fabrica neumáticos para vehículos todoterreno y agrícolas.
El caucho natural se produce a partir de la savia blanca de los árboles que se encuentran en los climas cálidos y húmedos de países como Vietnam y Tailandia. Este último es el mayor productor y exportador del mundo.
Dado el bajo precio del producto antes de la pandemia no hubo incentivos para plantar nuevos árboles y los existentes se han visto afectados por los cambios climáticos y una complicada enfermedad de las hojas en los principales países productores. Como si eso fuera poco, la demanda mundial aumentó considerablemente con la pandemia ante la necesidad de producción una serie de elementos como guantes de goma y cintas de embalaje, entre muchos otros.
"Definitivamente se está endureciendo", dijo Ann Marie Uetz, socia del bufete de abogados Foley and Lardner LLP, que representa a los fabricantes de autopartes.
"No está ni cerca del nivel de escasez de chips desde nuestra perspectiva hasta ahora, pero definitivamente se está gestando", dijo la socia de la citada oficina con sede en Detroit.
