La industria automotriz vive uno de los cambios más radicales en toda su historia con un acelerado éxodo a la electromovilidad y en ese contexto el fabricante francés Citroën anunció su decisión de terminar las inversiones en el desarrollo de nuevos motores turbodiésel y que, por el momento, se limitará a actualizar los existentes hasta dejarlos desaparecer.
En esa línea, indica un artículo de Motor1, la marca ya limitó la presencia de estos propulsores en sus últimos lanzamientos y solo lo incluirá en unos pocos modelos.
A juicio de la marca gala, la era del motor turbodiésel tiene sus días contados ante la avasallante entrada de nuevos sistemas de propulsión más amigables con el medioambiente.
En esa línea, el director general de la marca francesa, Vincent Cobée, dijo estar muy contento con la futura evolución mecánica.
En una entrevista a Autocar, el alto ejecutivo de Citroën aseguró que "soy extremadamente frío con el diésel (...) Suponía el 80% de las ventas hace cinco años, pero ha bajado a menos del 50% en 2020, y podría ser menos del 15% en tres o cuatro años".
En esa línea, asegura la nota de Motor1, no sería extraño que en un futuro cercano otras marcas tomen igual camino. De momento, no hay ningún anuncio oficial por parte de otras firmas de Stellantis, aunque lo normal es que también sigan este camino respecto al diésel.
Empresas como Renault, Hyundai, Nissan y Volvo ya han seguido este camino aunque, curiosamente, hay otros fabricantes, como Audi, BMW y Mercedes-Benz que aún apuestan por mantener el diésel en muchos modelos de sus gamas.
