Los motores de combustión interna tienen sus días contados. La Unión Europea ya avanza para prohibir su comercialización a partir de 2035 y reemplazarlos por tecnología eléctrica. No obstante, aún hay esperanza para los bloques térmicos y esta podría provenir desde Chile donde Porsche y Siemens Energy, junto a otras empresas, levantarán un moderno complejo industrial donde esperan desarrollar un carburante sintético neutro en CO2.
Se trata del proyecto denominado Haru Oni, el que busca crear un combustible ecológico, conocido como e-fuel, que permitiría prolongar en el tiempo la vida de los motores convencionales y la libre circulación de muchos modelos clásicos de la marca alemana de alta gama.
"Utilizaremos el primer combustible procedente de Chile en nuestros coches de carreras de la Porsche Mobil 1 Supercup a partir de 2022."
Michael Steiner, responsable de Investigación y Desarrollo - Poersche AG
Las instalaciones se ubicarán en la ciudad de Punta Arenas donde hace unos días se realizó una ceremonia que da el vamos a este proyecto pionero y que contó con la presencia del biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet.
Como primera etapa ya se inició la construcción de una planta piloto al norte de la austral ciudad donde se espera producir alrededor de 130.000 litros de e-fuel durante 2022.
Si la investigación y desarrollo de este combustible avanza se planea ampliar la capacidad de estas instalaciones en dos etapas hasta alcanzar unos 55 millones de litros en 2024 y unos 550 millones de litros para 2026.
La empresa chilena dueña del proyecto, Highly Innovative Fuels (HIF), ya tiene los permisos medioambientales necesarios y Siemens Energy ya inició los trabajos preliminares para la siguiente gran fase comercial del proyecto.
Porsche ya prueba los combustibles
En ese contexto, Porsche tiene la esperanza de que esta iniciativa prospere y le permita seguir construyendo sus famosos deportivos como el legendario Porsche 911, modelo que difícilmente se puede imaginar en versión eléctrica.
Para eso, la casa de Stuttgart ya se encuentra en fase de pruebas con los combustibles sintéticos hasta ahora desarrollados, los cuales utilizará en sus propios vehículos con motor de combustión.
Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo, comentó que “nos consideramos pioneros en lo que respecta a los combustibles renovables y por ello queremos impulsar su desarrollo. Esto encaja con nuestra estrategia general de sostenibilidad, que permitirá a Porsche ser neutral en emisiones de CO2 a partir de 2030”.
Estos combustibles sintéticos permitirían ayudar a conseguir los objetivos sostenibles propuestos para la próxima década, ya que permitirán reducir las emisiones de CO2 en un 90%.
“Los combustibles renovables, cuyas primeras pruebas están siendo muy exitosas, permitirán reducir las emisiones de CO2 en los motores de combustión hasta en un 90%. Entre otras cosas, utilizaremos el primer combustible procedente de Chile en nuestros coches de carreras de la Porsche Mobil 1 Supercup a partir de 2022”, dijo el ejecutivo.
Por su parte, el Armin Schnettler, vicepresidente ejecutivo de New Energy Business en Siemens Energy, dijo sentirse muy complacido con el camino tomado con esta iniciativa.
“Estamos avanzando en este proyecto pionero a nivel mundial para la economía del hidrógeno junto a fuertes socios internacionales del mundo empresarial y político (...) Con Haru Oni, estamos llevando nuestras tecnologías ‘power-to-X’ al mercado global. Estamos desarrollando y materializando conjuntamente la primera planta integrada y comercial a gran escala del mundo para producir combustibles sintéticos neutros para el clima. En el sur de Chile, estamos llevando a cabo uno de los proyectos más fascinantes de la industria energética para el futuro e impulsando la descarbonización del sector de la movilidad. Esto significa que estamos haciendo una contribución importante y rápidamente efectiva a la reducción de las emisiones de CO2 en el sector del tráfico y el transporte”, añadió el ejecutivo.
En esa línea, Chile se ha fijado ambiciosos objetivos en el marco de su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde. Prevé una capacidad de electrolizadores de cinco gigavatios (GW) para 2025, la cual aumentará a 25 GW en 2030. El objetivo es producir el hidrógeno más barato del mundo y convertir al país en uno de los principales exportadores de hidrógeno verde y sus derivados.
