Los fabricantes de automóviles alemanes darán a conocer próximamente los resultados financieros conseguidos durante el tercer trimestre del año y donde se espera se refleje con claridad el impacto que ha tenido en la industria la escasez mundial de semiconductores.
La crisis de los microchips se intensificó durante los meses de julio, agosto y septiembre obligando a no pocos fabricantes a detener en varias oportunidades sus líneas de producción a la espera de superar los problemas en la línea de suministros.
En ese contexto se estimó que la producción de automóviles de pasajeros en las plantas alemanas cayeron un 35% en relación con los niveles de 2019. Así al menos lo reflejan los datos proporcionados por la asociación de la industria automotriz, donde se indica que esto afectó las ventas de Volkswagen, Daimler y BMW.
No obstante, mientras la industria alemana intenta sortear los problemas generados por la falta de semiconductores, las preocupaciones de analistas e inversores apuntan más allá de 2022 y advierten nuevos episodios de escasez relacionado con otras materias primas que se usan en el sector.
Es el caso, por ejemplo, del magnesio cuyos suministros se agotan aceleradamente dado que es un elemento que se usa en grandes cantidades en la fabricación de piezas que van desde las cajas de cambios hasta los marcos de asientos y es particularmente práctico para vehículos eléctricos.
Según publica la agencia Reuters, este material liviano podría representar el próximo desafío de la cadena de suministro para la industria. Así al menos lo plantearon analistas, especialmente ahora que China limitó su producción para reducir sus emisiones de carbono.
"Creemos que los resultados del tercer trimestre ya no importarán ... Para nosotros es más importante la pregunta, ¿qué pasa después?" indicaron a la agencia los analistas de Bank of America.
Al respecto, el director ejecutivo de Daimler, Ola Kaellenius, dijo la semana pasada que la compañía esperaba que el suministro de chips se estabilice en el cuarto trimestre, pero advirtió que el regreso a la normalidad podría demorar hasta 2023.
