El tribunal Superior de Australia impuso una millonaria multa al fabricante de autos Volkswagen tras un largo juicio iniciado en ese país contra los alemanas luego que estallara el caso conocido como “dieselgate”.
Según se informó, la automotriz alemana fue condenada a pagar una multa de 125 millones de dólares australianos, alrededor de 92 millones de dólares americanos, por contravenir la Ley de los Consumidores al manipular electrónicamente el registro de emisiones de sus vehículos diésel.
El fallo fue calificado como un precedente para que otras compañías fabricantes de autos sean transparentes con la información respecto a sus emisiones de carbono, indicaron.
"La decisión de hoy supone que se mantiene la multa récord de 125 millones de dólares (australianos) impuesta por el Tribunal Federal", dijo en un comunicado Rod Sims, presidente de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo (ACCC, siglas en inglés), que emprendió en 2016 una batalla judicial contra Volkswagen por este asunto.
Esta mala noticia para el fabricante alemán se da tras el rechazó de una apelación a un fallo emitido en diciembre del año 2019 por el Tribunal Federal del país, que le obligaba a pagar un monto de 125 millones de dólares locales por haber infringido la Ley Australiana de Consumo y que fue verificada el pasado abril por el pleno de magistrados.
De acuerdo con la norma de este país, la casa automotriz debió brindar información transparente sobre las emisiones de sus automóviles en el momento que solicitaron la aprobación para vender 57.000 vehículos diésel en un periodo entre 2011 y 2015.
El escándalo sobre el “diselgate” persigue a Volkswagen desde el año 2015, cuando se dio a conocer que por muchos años la marca había intervenido sus motores para encubrir sus emisiones de óxido de nitrógeno, producto que provoca cáncer, cuando en realidad sus emisiones eran mucho más elevadas a lo permitido por la legislación estadounidense.
Al ser descubierto la compañía se comprometió a pagar más de 25.000 millones de dólares en multas e indemnizaciones a EE.UU y la justicia canadiense.
De acuerdo a lo que precisó la Comisión Australiana de Competencia y Consumo, la compañía alemana había equipado sus vehículos con un programa de “dos modos”, lo cual hacía que en un modo a efectos de las pruebas de emisiones de óxido de nitrógeno y en otro cuando se conducían.
"Si se sometían a la prueba en ese segundo modo, los vehículos habrían incumplido las normas australianas sobre emisiones", precisó el ente fiscalizador australiano en un comunicado.
Por ahora el fabricante de automóviles también enfrenta querellas por el famoso “dieselgate” en España y Alemania, actualmente ha aceptado pagos millonarios en Estados Unidos, hasta el momento el compromiso que adquirió la marca en 2019 es pagar uso 59,7 millones de dólares a los afectados.