La escasez mundial de microchips ha golpeado con fuerza a toda la industria automotriz, generando no pocos problemas en las líneas de suministros de los grandes fabricantes que han debido ordenar reiteradas detenciones en su cadena de producción.
La crisis, que afecta a distintos sectores productivos, dejó en evidencia además la dependencia de Estados Unidos con los países proveedores de esta tecnología.
Bajo este escenario, la secretaria estadounidense de Comercio, Gina Raimondo, exhortó al Congreso a adoptar la ley que favorecerá la producción industrial en Estados Unidos y evitará que los fabricantes de semiconductores se instalen en el exterior en un contexto de escasez de estos componentes.
"No podemos esperar", remarcó en una audiencia ante el Senado la representante de la Casa Blanca.
El Senado aprobó a fines de marzo un texto, el Chips Act, que permitiría, gracias a miles de millones de dólares, reforzar la industria en Estados Unidos ante la competencia de Asia, en particular de China en sectores clave como los microchips.
Un proyecto de ley similar, el "America COMPETES Act", fue aprobado por la Cámara de Representantes en febrero y ahora resta que ambas cámaras se pongan de acuerdo sobre un texto común.
"La demanda de microchips aumentó un 20% (...). Si no actuamos rápidamente (adoptando) el Chips Act (ndlr: la ley chips), los fabricarán en otra parte", dijo Raimondo.
"Si actuamos rápidamente se construirán aquí (en Estados Unidos)”, añadió la secretaria de Comercio.
Los semiconductores se han vuelto esenciales para la vida cotidiana. Se utilizan para fabricar autos, teléfonos inteligentes, equipos médicos e incluso aspiradoras. Con la pandemia, los industriales vieron caer las reservas de estos chips a un nivel alarmante en medio de una demanda que aumenta constantemente.