El fabricante de vehículos japonés Subaru sabe que el futuro de la industria pasa necesariamente por migrar hacia la electromovilidad y en ese contexto anunció que recién a finales de esta década levantará un planta que será destinada exclusivamente al armado de coches cero emisiones.
La idea de la empresa es invertir alrededor de 2 mil millones de dólares en los próximos años para avanzar en el desarrollo de estos ejemplares y poder responder a la creciente demanda de automóviles a batería, especialmente en el mercado norteamericano donde ha conseguido buenos réditos.
La marca nipona ha tenido una fuerte presencia los últimos años en la potencia de Norteamérica gracias a modelos como el Outback. No obstante, en la actualidad la empresa vive un desplome en la demanda debido a los vaivenes de la economía mundial.
En su presentación, Subaru explicó que a la espera de su planta de vehículos 100% eléctricos, en 2025 pretende abrir una línea de producción mixta de vehículos de gasolina y eléctricos.
Dos años después, en 2027, proyecta lanzar una línea de producción exclusiva para vehículos cero emisiones, la que se replicaría en sus nuevas instalaciones.
Los fabricantes de automóviles de Japón están acelerando su producción de vehículos eléctricos en un intento por recuperar el terreno perdido ante Tesla, marca que ahora lidera en el segmento de más rápido crecimiento de la industria automotriz.
"El mercado de los vehículos eléctricos ha estado cambiando muy rápidamente durante el año pasado", dijo el CEO de Subaru, Tomomi Nakamura.
(Subaru Solterra - Primer modelo eléctrico de la marca desarrollado con Toyota)
En una primera instancia, agregó el ejecutivo, los coches eléctricos de Subaru serían destinados a satisfacer la demanda de mercados extranjeros. Pese a ello se negó a revelar detalles sobre la capacidad de producción estimada y si esperan formar alianzas para trabajar con otras empresas.
El anuncio se produjo el mismo día en que Subaru comenzó a aceptar pedidos de su primer EV de producción masiva, el Solterra, desarrollado en conjunto con Toyota en Japón.
Sin embargo, en esta oportunidad Subaru subcontrató la producción del automóvil a Toyota, que también acaba de lanzar su primer automóvil eléctrico con batería.
Por separado, Subaru informó una caída del 12% en las ganancias operativas de todo el año alcanzando los 701 millones de dólares.