Los miembros del Parlamento Europeo votaron este miércoles a favor de la prohibición efectiva de la venta de nuevos vehículos de gasolina y diésel a partir de 2035, disposición que forma parte de un paquete de medidas más amplio para combatir el cambio climático.
Los miembros del organismo respaldaron la propuesta que fue presentada por la Comisión Europea durante el año pasado y que busca imponer una reducción del 100% de las emisiones de CO2 de los automóviles nuevos para 2035.
A la fecha los grandes fabricantes trabajan a toda máquina para reconvertir su industria y liderar la transición hacia la electromovilidad y no pocos apuestan por llegar a esa fecha con un amplio catálogo de modelos cero emisiones.
La ley aún no es definitiva. El voto de esta jornada solo confirma la posición del Parlamento para las próximas negociaciones con los países de la UE sobre la ley definitiva.