Honda Motor informó esta jornada que deberá reducir de manera significativa sus planes de producción durante los primeros días de septiembre debido a los persistentes problemas en su cadena de suministros y logística.
Según se indicó, su planta de ensamblaje de la prefectura de Saitama, al norte de Tokio, deberá reducir su actividad en un 40% a principios del próximo mes. En tanto, dos líneas en su planta de Suzuka en el oeste de Japón harán lo propio en un 30% en igual periodo.
El fabricante de vehículos nipón culpó de esta situación a la escasez mundial de microchips y al retraso en la recepción de autopartes debido a los cierres ordenados por brotes de covid-19 durante este año.
Añadió que esta medida impactará directamente en la producción de ejemplares como el SUV Vezel, la minivan Stepwgn y el auto compacto Civic.
Otras plantas, en Saitama y Suzuka, reducirían la producción en un 10% y un 30%, respectivamente, durante el resto del mes, dijo el fabricante de automóviles.
Honda ajustó su plan de producción en mayo, pero había dicho que volvería a la normalidad a principios de junio.
El rival de Honda, Toyota, también ha debido enfrentar durante los últimos meses una fuerte caída en su producción por iguales motivos. Pese a ello, el gigante mantuvo firme sus metas de producción con la esperanza que la situación mejore en lo que resta del año.