La empresa DeLorean Motor Company (DMC) fue fundada en 1975 y fabricó solo un modelo antes de su bancarrota en 1982. Se trata del icónico DeLorean DMC-12, ejemplar que pasó a formar parte de la cultura popular de los años 80 tras aparecer en la cinta Back to the Future (Volver al Futuro) del director Robert Zemeckis y que fue estrenada en 1985.
Pese a los años transcurridos, ambas empresas se vuelven a encontrar pero esta vez en los tribunales, ya que el constructor de autos estadounidense -hoy propiedad de Stephen Wynne, quien compró los derechos de la empresa y su propiedad intelectual en 1995- reclama que los estudios Universal (NBC Universal) mantiene impagos los beneficios obtenidos por la venta de productos relacionados con la saga de Volver al Futuro.
Este reclamo, indica un reporte de LA Times, nace de un acuerdo firmado en 1989 y donde los estudios se comprometieron a entregar el 5% de los ingresos de merchandising y acuerdos comerciales relacionados con la franquicia.
Ahora DeLorean acusa que esos montos no han sido cancelados en su totalidad y, bajo ese argumento, pide a la justicia que ordene una revisión de las cuentas.
Consultados ante este requerimiento, añade la nota de prensa, NBC Universal no ha dado una respuesta o luces de que se referirá al asunto.
En esa línea, un artículo del sitio periodismodelmotor.com, recuerda que el gigante del cine no solo sigue vendiendo productos relacionados con la exitosa producción de Volver al Futuro y el DMC-12, sino que también el auto con carrocería de aluminio y alas de gaviota apareció en la cinta Ready Player One, dirigida por Steven Spielberg (productor del Volver al Futuro) y estrenada en 2018.
De hecho, DMC asegura que esto último se hizo sin su consentimiento y que buscarán ser indemnizados por este concepto en el próximo juicio.