En los últimos años Estados Unidos ha registrado un explosivo aumento en los robos de vehículos Hyundai y Kia debido, en gran medida, a una serie de retos virales que circulan en plataformas como TikTok donde se muestra lo sencillo que resulta concretar el atraco.
Por ejemplo, sólo en 2022, en la ciudad de Los Ángeles, los hurtos de los modelos de esas marcas aumentaron un 85% según datos oficiales, constituyendo además el 20% del total de denuncias recibidas en dicho periodo, lo que implica un aumento del 7% en relación a 2021 cuando anotaron un 13%.
Esta situación es mucho más alarmante en otras ciudades como Minneapolis, donde los robos de ejemplares Hyundai y Kia aumentaron un 836% en 2022 con respecto al año anterior o Milwaukee donde los robos de estos ejemplares pasaron de 895 unidades en 2020 a 6970 en 2021, según cifras recogidas por USA Today.
A raíz de esto, los fiscales generales de 23 estados escribieron una carta de ocho páginas a los fabricantes de automóviles surcoreanos exigiendo que incorporen mayores medidas de seguridad en sus ejemplares y donde dan a conocer las complejas estadísticas delictuales.
En el escrito indican que si bien ambas empresas, pertenecientes al mismo conglomerado, han realizado algunas acciones para evitar esta ola de robos, estas son claramente insuficientes y critican además a Hyundai por querer cobrar a sus clientes por los inmovilizadores de motor.
Los fiscales generales no se quedaron ahí y reclamaron de las surcoreanas que los modelos más vulnerables son los que se vendieron en EE.UU. sin inmovilizadores electrónicos, siendo que para mercados como el de Europa y Canadá si tenían esos sistemas como equipo estándar.
Debido a eso, exigen a Hyundai y Kia actuar más rápidamente en la adopción de mejores sistemas de seguridad, ya que nada hace suponer que este tipo de delitos disminuirá.
“Los instamos a que hagan todo lo que esté a su alcance para acelerar la implementación de la actualización del software y brindar medidas de protección alternativas gratuitas para todos aquellos propietarios cuyos automóviles no puedan admitir la actualización del software”, indica la carta firmada por los fiscales de Wisconsin, Arizona, California, Colorado, Connecticut, Distrito de Columbia, Delaware, Illinois, Massachusetts, Maryland, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oklahoma, Oregon, Pennsylvania, Rhode Island, Dakota del Sur, Vermont, Washington y la División de Protección al Consumidor de Utah.
