El gigante japonés de la industria automotriz Toyota informó que encontró errores en la recopilación de datos durante las pruebas de choque que se realizaron en el desarrollo de uno de sus modelos, por lo que decidió suspender sus envíos hasta no regularizar la situación.
Según reveló la compañía, el problema se detectó el pasado viernes por la noche y afecta a 56.111 vehículos híbridos Toyota Raize producidos por Daihatsu Motor, parte del conglomerado automotriz nipón, y comercializados en el mercado local.
Se precisó además que la medida también afecta a 22.329 vehículos vendidos en Japón como Daihatsu Rocky, según puntualizan los fabricantes de automóviles.
En las pruebas de choque defectuosas, explicó Daihatsu, los resultados de un poste utilizado para medir el impacto en el lado izquierdo también se usaron para el derecho, cuando se tuvieron que probar ambos lados de manera independiente.
Este problema se suma a una serie de dificultades que ha debido enfrentar la marca el último tiempo, como la crisis vivida hace unas semanas cuando Toyota reconoció que se había producido una filtración de datos en su servicio en línea Connected y que es administrado por una empresa del grupo.
La brecha abarcó una década, lo que significa que la información de los conductores en más de 2 millones de vehículos había estado en riesgo de fuga.
Frente a estos y otros problemas, la gerencia de la marca ha renovado su “compromiso con la fabricación con integridad”.
“Todas las empresas de nuestro grupo, incluida Toyota, han comenzado una revisión exhaustiva para trabajar hacia una reafirmación completa de nuestro sistema de gobierno. Trabajaremos con Daihatsu para abordar este problema”, dijo la marca.