Tras la fuerte caída que ha experimentado la demanda por vehículos eléctricos en Europa y Estados Unidos, China se ha consolidado como el principal mercado para los cero emisiones a batería (BEV), mientras que sus fabricantes continúan una ambiciosa política de expansión global, presionando a las marcas occidentales.
Así lo revela un estudio presentado por la consultora Bain & Company, donde se destaca el agresivo desembarco de los fabricantes de vehículos eléctricos chinos en mercados de relevancia, no solo en Europa, sino también en países como México y Brasil.
En el documento se explica que esta posición de dominio del gigante asiático en el segmento de los BEV (vehículos eléctricos a batería) se debe principalmente a su capacidad de haber podido lograr la paridad de precios entre los vehículos eléctricos y los de combustión interna, lo que les facilita una mayor penetración de mercado.
Como contrapartida, los fabricantes occidentales, tanto de Estados Unidos como de Europa, sólo cuentan con vehículos eléctricos de alto costo, factor que explica, en parte, la caída en la demanda por estas unidades.
Por su lado, los fabricantes chinos ya manejan una estructura de costos más baja para producir vehículos eléctricos a precios competitivos y rentables, lo que les ha permitido dominar su masivo mercado, sumando además avanzados servicios de conectividad y entretenimiento de "alta calidad que cada vez valoran más los clientes".
Ante esta situación, la firma asegura que para mantener el ritmo y aumentar las ventas más allá de los usuarios primerizos, los fabricantes de vehículos de Estados Unidos y Europa deben apuntar a segmentos del mercado masivo.
El desafío, advierte Bain & Company, es hacerlo de manera rentable. "China ha superado este obstáculo y ha alcanzado la paridad de mezcla en todos los segmentos, pero los fabricantes de equipos originales de Estados Unidos y Europa todavía se inclinan fuertemente hacia los segmentos premium", explica el documento.
"La presión sobre los fabricantes occidentales se produce en un momento en el que la industria automovilística ya se enfrenta desafíos como la transición hacia sistemas de propulsión limpios, las expectativas más altas de los consumidores y el aumento de los servicios de suscripción y movilidad compartida", indicó el socio asociado de Bain & Company, Álvaro Polo, al comentar el informe.