El fabricante alemán de autos de lujo Porsche pasa por una crisis de ventas en el gravitante mercado chino, al igual que otras automotrices occidentales, debido a que sus tradicionales compradores ahora están optando por vehículos de marcas locales que no solo igualan sus prestaciones y confort, sino que además son más económicos y más avanzados tecnológicamente.
Ante este escenario, la competencia local, donde destaca Xiaomi con su sedán SU7 Ultra, se ha convertido en un desafío clave para la casa de Stuttgart en el mercado automotriz más importante a nivel mundial.
El citado modelo, por ejemplo, no solo es más barato que el Porsche Taycan Turbo GT -112.000 dólares contra los 230.000 del modelos alemán-, sino que también ofrece mejores prestaciones tecnológicas, incluidas funciones avanzadas de inteligencia artificial y una pantalla de 56 pulgadas.
Eso no es todo, ya que en una reciente prueba el auto de Xiaomi superó al Taycan en el Circuito Internacional de Shanghái, lo que resalta aún más la creciente competitividad de las marcas chinas.
Debido a lo mismo, no es de extrañar que Xiaomi pudiera cerrar 2024 con más de 100.000 unidades vendidas del US7 en China, mientras que Porsche solo colocó 21.000 ejemplares Taycan a nivel mundial.
En cuanto al mercado chino, un reporte de Carscoops.com, plantea que los últimos resultados de ventas sólo dejan en evidencia el cambio de actitud que están teniendo los compradores chinos, especialmente los jóvenes que valoran cada vez más la tecnología que ofrecen las marcas locales sobre la herencia histórica de los autos europeos.
"Los consumidores chinos están listos para aceptar que las compañías locales produzcan automóviles de primera calidad", afirmó al citado medio Gary Ng, economista de Natixis Corporate & Investment Banking.
Ante este escenario, Porsche ha comenzado a adaptarse tecnológicamente y si bien aún no ofrece sistemas de asistencia al conductor tan avanzados como sus competidores locales, está evitando perder más terreno.
La publicación plantea además la posibilidad de que este fenómeno se replique a futuro en mercados como los de Europa o E.E.UU., probando la lealtad de los consumidores con sus marcas tradicionales.
El desafío ahora para Porsche, agrega el reporte, no sólo es tecnológico, sino también de precios y percepción de valor, por lo que adaptarse a las expectativas de los compradores modernos podría ser fundamental para conservar su posición de liderazgo global.
