La industria automotriz estadounidense está de duelo ya que hace unos días se conoció la muerte de Roy Sjoberg, ingeniero y padre de uno de los autos de alto rendimiento más emblemáticos de todos los tiempos: el Dodge Viper. Su creación marcó una era dentro del segmento de los deportivos estadounidenses y se convirtió en un símbolo de potencia, audacia y diseño sin concesiones.
La historia del Viper comenzó a finales de los años 80, cuando Bob Lutz, entonces alto ejecutivo de Chrysler, ideó un sucesor moderno para el mítico Shelby Cobra.
Para liderar el proyecto eligió a Sjoberg, quien había trabajado durante 25 años junto a Zora Arkus-Duntov, el “padre del Corvette”, y le encomendó la misión de dar forma a un deportivo americano diferente, sin filtros ni ayudas electrónicas, movido sólo por pura fuerza mecánica. El resultado fue un auto particularmente demandante, que exigía del conductor un alto nivel de habilidad y respeto al volante, dada su potencia bruta y entrega sin concesiones.
El prototipo, que se desarrolló sin ningún tipo de limitaciones, fue presentado en el Salón de Detroit de 1989, y tres años más tarde llegó al mercado como un roadster. Su motor V10 de 8.0 litros, derivado de los vehículos grandes de Chrysler, fue desarrollado en colaboración con ingenieros de la italiana Lamborghini, en ese entonces propiedad de la estadounidense, para aligerar su estructura reemplazando el hierro por aluminio.
Un artículo de Top Gear indica que quizás el momento más crucial en la historia del Viper fue la prueba de manejo con el director ejecutivo de Chrysler, Lee Iacocca. En 1990, Sjoberg llevó a Iacocca a dar una vuelta en el Viper Mule n.º 2. Tras un breve pero veloz recorrido, Iacocca se bajó del auto y sólo se limitó a preguntar: "¿Qué esperas?", tras lo cual se inició la producción.
Aunque su potencia inicial era de 400 caballos, una cifra muy respetable para la época, el Viper era famoso no solo por su rendimiento, sino también por su carácter indomable.
Durante todas sus generaciones, "la víbora" evolucionó en potencia y diseño, alcanzando los 600 caballos en su última versión producida entre 2013 y 2017.
Las generaciones de la "Víbora"
Primera Generación: RT/01 Roadster (1992 – 1996)
El Dodge Viper RT/01 Roadster debutó en 1992 en Detroit como una propuesta radical y purista. Con un diseño que recordaba al Cobra, presentaba un chasis tubular, carrocería de fibra de vidrio, un potente motor V10 de 8.0 litros desarrollado con Lamborghini que entregaba 400CV, y una "experiencia de conducción espartana" sin concesiones al confort, destacando la ausencia inicial de ventanillas y techo. Su enfoque en las sensaciones de conducción y su precio competitivo lo diferenciaron de sus rivales, aunque sus ventas fueron modestas.
Segunda Generación (1996 – 2003)
Esta generación evolucionó la fórmula original, solucionando algunos problemas de la primera al reubicar los escapes y ofrecer un techo duro desmontable, además de incorporar elementos básicos como airbags y ventanillas. El hito de esta etapa fue la introducción del Viper GTS Coupé en 1996, la primera variante cerrada inspirada en el Shelby Daytona Coupé, que ofrecía un motor de 450CV. También surgieron versiones de alto rendimiento como el Viper ACR, enfocado para circuito, y ediciones especiales como el Viper GTS-R GT2 Champion Edition, celebrando los éxitos en competición.
Tercera Generación: SRT-10 (2003 – 2007)
Bajo la nueva denominación SRT-10, esta generación presentó un diseño más afilado inspirado en el concept GTS/R, aumentando la cilindrada del V10 a 8.3 litros y la potencia a 500CV. Gracias al departamento SRT, se logró una reducción de peso, mejorando la dinámica. La gama incluyó tanto el Roadster como el Coupé (anteriormente GTS), este último basado en el Viper Competition Concept, prometiendo incluso un ligero aumento de potencia sobre la versión abierta.
Cuarta Generación (2008 – 2010)
Esta generación marcó un salto en potencia, alcanzando los 600 CV gracias a una evolución del motor V10 de 8.4 litros con la colaboración de McLaren. Estéticamente presenta cambios sutiles como las aberturas en el capó y el retorno de los escapes laterales en el Coupé, mientras que dinámicamente se refinó con una nueva caja de cambios Tremec. Destacó el renacimiento del Viper ACR (ahora SRT10 ACR), una versión aligerada y enfocada al circuito que batió récords en Nürburgring, demostrando el potencial de su chasis.
Quinta Generación (2013 – 2017)
La última generación del Viper buscó un equilibrio entre rendimiento y usabilidad, incorporando por primera vez controles de estabilidad y tracción, además de materiales ligeros como fibra de carbono y aluminio en su carrocería. Mantuvo el potente V10 de 8.4 litros, ahora con 640 CV. A pesar de ser el Viper más refinado, sus ventas no alcanzaron las expectativas, lo que llevó a su cese de producción. Esta etapa se caracterizó por la oferta de diversas versiones (SRT, GT, GTS y ACR) y numerosas ediciones especiales de despedida, como el Viper TA y las Heritage Editions, incluyendo la exclusiva Viper GTS-R Commemorative Edition ACR.
