Mohamed VI, rey de Marruecos, es el único propietario en el mundo de uno de los superdeportivos más exclusivos y potentes jamás construidos en África. Se trata del Laraki Sahara, un modelo del que solo se fabricaron dos unidades y que destaca por su impresionante diseño y potencia de 1.550 caballos.
Diseñado y ensamblado en Marruecos por la firma Laraki Automobiles, el Sahara es considerado el máximo exponente de la industria automotriz de ese país, aún cuando la empresa es poco conocida en el plano internacional.
Fundada en 1999 por Abdesslam Laraki, la compañía apostó desde sus inicios por el nicho de los superdeportivos de lujo, con modelos anteriores como el Fulgura, el Borac y el Epitome. Hoy, la empresa está dirigida por el hijo del fundador, y mantiene su enfoque en diseños artesanales y de alto rendimiento.
El Laraki Sahara, lanzado en 2018, incorpora un motor V8 proveniente del Chevrolet Corvette, el que fue modificado para alcanzar una potencia de 1.550 CV. Con estas cifras, el auto puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos y superar los 310 km/h de velocidad máxima.
Su estética es tan radical como su potencia, gracias a una carrocería baja, ventanas estrechas, un frontal alargado con grandes tomas de aire, difusor trasero aerodinámico, llantas sobredimensionadas y un eje trasero ancho. El interior está revestido con cuero de lujo, asientos deportivos y tecnología de última generación en su sistema de infoentretenimiento.
El Laraki Sahara es una verdadera rareza automotriz, ya que las dos únicas unidades fabricadas están en manos del monarca marroquí y rara vez han sido vistas en público, convirtiéndose en uno de los modelos más exclusivos del mundo motor.
