China es a la fecha el primer mercado automotriz del mundo, posición que reafirmó en 2024 al alcanzar los 31 millones de vehículos vendidos. No obstante, detrás de este impresionante crecimiento, expertos advierten una práctica que podría estar distorsionando las cifras reales del mercado y que se denomina “vehículos de kilómetro cero".
En líneas generales, se trata de autos que técnicamente no han sido utilizados pero que se revenden como usados tras haber sido matriculados por concesionarios o plataformas asociadas, forma de operar que está generando preocupación en la industria local.
El presidente de Great Wall Motor, Wei Jianjun, es uno de los más críticos frente a este tema y dijo que esta táctica está alterando los datos de ventas y afectando la transparencia del mercado.
El fenómeno responde, en parte, a una estrategia de los fabricantes chinos para maquillar sus cifras y cumplir con los objetivos de ventas. Según analistas, las automotrices registran estos autos como vendidos, pese a que en muchos casos aún no han sido adquiridos por consumidores finales. Posteriormente, estos son ofrecidos como usados, a menudo con descuentos que pueden llegar hasta el 30% respecto al precio original.
Esta maniobra, recoge un reporte de AutoBild.es, no solo perjudica a los compradores, quienes pueden perder meses de garantía por la fecha de matriculación, sino que también impacta en la competencia global, al permitir que estos vehículos se beneficien de subvenciones o incentivos de exportación que corresponden a unidades nuevas.
El contexto interno también explica esta tendencia, añade el artículo. A pesar de los récords de ventas, China enfrenta una acumulación de inventario que podría superar los 3,5 millones de vehículos en abril de 2025.
Además, la mayoría de los fabricantes operan por debajo del 50% de su capacidad productiva, en un escenario marcado por guerras de precios, dependencia de subsidios estatales y nuevas barreras arancelarias para la exportación.