El fabricante de vehículos británico Mini confirmó que sus futuros modelos ya no ofrecerán transmisiones manuales, decisión que marca el cierre definitivo de una era para los entusiastas de la marca y la conducción.
La medida, explicaron, responde a una clara falta de interés por parte de los consumidores para esta mecánica y así lo reflejan las últimas cifras de ventas, donde sólo un 3% del total de compradores optó por el cambio manual, cifra considerada insuficiente para justificar su continuidad.
La marca ya había anticipado esta transición en 2023, cuando comenzó a reducir la disponibilidad de modelos con tres pedales, aún cuando siguió ofreciendo versiones específicas con esta tecnología como el Mini Cooper JCW Convertible.
Ahora, Mini reafirma que no existen planes para reintroducir los cambios manuales, especialmente en el contexto del endurecimiento de las normativas de emisiones EU7 en Europa.
Desde la perspectiva de la compañía, la preferencia por las transmisiones automáticas no solo responde a razones comerciales, sino también logísticas. Durante la pandemia, problemas en el suministro de componentes, como los arneses eléctricos provenientes de Ucrania, obligaron a priorizar las versiones automáticas, que también registran mayores volúmenes de venta.
"Con solo 1 de cada 30 clientes eligiendo un cambio manual, no es viable asumir los costos de pruebas y certificaciones exigidos por la normativa", señaló James Orlov, director de producto de Mini en Australia y Nueva Zelanda.
En la misma línea, el gerente general de la marca en esa región, Alex Brockhoff, descartó que exista algún desarrollo secreto en curso y aseguró que "no hay planes para transmisiones manuales. La demanda es demasiado baja y los requisitos de emisiones hacen aún menos atractiva su producción".