La firma sueca Koenigsegg presentó su nueva obra de arte: el Sadair’s Spear, un hiperauto de producción ultra limitada a solo 30 unidades previstas, que se posiciona por encima de los ya radicales Jesko Attack y Absolut, y que fue desarrollado con la promesa de batir récords y desafiar al veloz Bugatti Chiron.
Inspirado en el legado familiar, el nombre Sadair’s Spear rinde homenaje al último caballo de carreras de Jesko von Koenigsegg, padre del fundador de la marca, Christian von Koenigsegg. Es, según la compañía, “el espíritu encarnado” de Jesko, cuya figura ha sido clave en el desarrollo de Koenigsegg Automotive.
Bajo el capó, el Sadair’s Spear mantiene el motor V8 biturbo de 5.0 litros del Jesko, con una potencia aumentada hasta 1.300 CV en la versión con gasolina convencional y hasta 1.625 CV usando el combustible E85, superando incluso al Jesko Attack.
La transmisión, además, es la conocida Light Speed Transmission de nueve marchas, capaz de realizar cambios instantáneos sin pérdida de potencia, y alcanzar los 8.500 rpm en apenas 0,2 segundos.
Uno de los focos de desarrollo, explicó el fabricante, ha sido la reducción de peso, logrando recortar 35 kilos respecto al Jesko Attack, gracias al uso de materiales ultraligeros y la eliminación de aislantes, con un peso seco estimado en 1.320 kg.
La aerodinámica también fue optimizada con nuevos difusores, canards, ventilaciones ampliadas y un alerón trasero activo de doble pala.
El Spear equipa además frenos cerámicos de carbono mejorados, neumáticos más anchos, llantas de fibra con diseño de turbina, y un avanzado sistema de suspensión con triple amortiguador delantero y ajuste activo de altura.
Con todo este arsenal técnico y un diseño centrado en el rendimiento extremo, Koenigsegg define al Sadair’s Spear como un auto "nacido para batir récords", y un nuevo emblema de lo que puede lograrse cuando la ingeniería se fusiona con la pasión y el legado.