La icónica marca británica Jaguar atraviesa una de las peores crisis comerciales de su historia reciente. En abril pasado, sus matriculaciones en Europa cayeron un 97% respecto al mismo mes del año anterior, registrando apenas 49 unidades vendidas frente a las 1.961 de 2024.
La cifra, indica un reporte de motorpasión.com, refleja el impacto de una estrategia de rebranding que, hasta ahora, ha generado más críticas que adhesiones.
A finales de 2024, Jaguar lanzó una campaña para anunciar su transformación en una marca de autos eléctricos de lujo. Sin embargo, la propuesta -que prescindió incluso de mostrar un vehículo y eliminó su emblemático felino del logotipo- fue percibida como desconectada de su herencia.
El rediseño impulsado desde la marca incluyó una nueva grafía, "JaGUar", y una filosofía de "modernismo exuberante" que, lejos de conquistar al público joven, pareció solo molestar a sus seguidores tradicionales.
La compañía, sin embargo, ha defendido que la caída de las ventas no se debe al disrruptivo enfoque visual, sino que a una transición estratégica. Aseguran que ahora están reduciendo inventario deliberadamente como preparación para el lanzamiento de su nueva gama eléctrica, que incluye el esperado GT de cuatro puertas "Type 00", cuyo debut ha sido postergado hasta 2026 y cuyo precio rondará los 200.000 dólares.
En paralelo, Jaguar finalizó la producción de todos sus modelos actuales, incluyendo el XE, XF, F-TYPE, I-PACE y E-PACE. Esto ha dejado a muchos concesionarios prácticamente sin stock, de ahí la caída en las colocaciones.